Hassle | Tokyo Revengers x OC

Capítulo 25 | Tenjiku

Para tantear un poco la fuerza que tenía que usar para poder enfrentarme al chico, comencé por intentar darle una patada que paró con facilidad.

—Te falta mucha más fuerza si quieres llegar a derrotarme, muñeca.

—Solo estoy calentando.

Volví a repetir la misma acción, pero tuvo mejor efecto porque retrocedió unos pocos centímetros.

—Aún no es suficiente.

Estaba acumulando la ira que tenía de años anteriores y quería soltarla y deshacerme de una vez por todas de ella. Había sufrido mucho y me había torturado a mí misma por cosas que no eran mi problema y me prometí a mí misma no volver hacerlo más. Por eso, tenía que cerrar esta etapa, y sería acabando con Nishimura.

—Respóndeme a una cosa —le dije, mientras sentía que me observaba como si no valiera nada, como una mierda.

—Claro, lo que necesites, muñeca.

—¿Por qué me golpeabas?

En ese instante vi como se reía sin ningún disimulo de mí. Incluso se llevó las manos a la cara, lo que lo hizo aún más dramático.

—¡Porque era divertido! —confesó con los ojos bien abiertos, como un maniático —. Me daba felicidad ver tu cara de sufrimiento. No había mejor sentimiento que ese, por eso me enamoré de ti.

—¿Divertido? ¿Me pegabas porque era divertido? —me acerqué a él poco a poco —. ¿Todo mi sufrimiento era a costa de tu diversión? Eres un puto loco.

—No estoy loco, cariño. Solo quería dejar huella en ti, que no me olvidaras nunca, y lo he conseguido, ¿no? —sonrió.

Me estaba superando cada vez más la conversación. Quería que se callara y no volver a escucharlo nunca más. Iba a ser alguien duro de derrotar, tenía que sacar mucha fuerza e ira, pero lo conseguiría.

En un rápido movimiento, me acerqué y lo golpeé con mi mano en su estómago. No se lo esperó y tuvo que llevarse las manos a la zona afectada.

—Entonces vamos ya en serio, ¿no? —dijo.

Comenzamos a intercambiar golpes entre nosotros. Estaba claro que sería una pelea de desgaste, el que más aguantara, ganaría. Y el esfuerzo de dar puñetazos empezaba a cobrar factura a ambos, aunque a Nishimura se le notaba más afectado.

—¿Quieres que te diga cómo me convenció tu tutor en un principio para hacerte sufrir?

—Sé lo que estás haciendo —seguí golpeándolo —. No voy a dejarte descansar, no voy a perder ni un segundo de mi tiempo.

Parece que eso hizo que se quedara un poco desconcertado. ¿De verdad pensaba que iba a caer en una trampa tan tonta? No aflojaría en mis ataques ni aunque fuera lo último que hiciera.

—Voy a hacer que mi cara sea tu peor pesadilla, te lo prometo.

Y así conseguí que perdiera completamente la energía y pude dar puñetazos con completa libertad. Nishimura tenía mucha fuerza, pero poco aguante y eso en peleas de largo tiempo era una gran desventaja.

Conseguí ganar, y con eso me liberé de un peso que tenía guardado.

—Espero no tener que verte nunca más. Hasta siempre. 

Por fin era libre.

Me reuní con los demás que habían acabado con sus contrincantes para ver a Mucho con un cuchillo acercándose a nuestro bando para acuchillar a alguien.

—¡No voy a perder! —gritaba.

Kakucho lo frenó a sorpresas de todos.

—Perdiste, asúmelo. No dejes que Tenjiku te corrompa.