La vida de Ivy Suzuki cambia drásticamente cuando conoce a Takemichi, un chico que a simple vista parece débil pero que le demostrará todo lo contrario.
Romances. Amigos. Familia. Rivales.
¿Sabrá Ivy estar a la altura en todos los acontecimientos...
—En unas horas tenemos una reunión importante de ToMan, es la primera que tienes desde que eres líder de una división —me hablaba Mikey —. ¿Vas a venir?
Estos días había estado especialmente preocupada, seguramente la justicia esté tratando de buscarme por haber incumplido un acuerdo que hice con el juez. A mí me daba igual, pero no quería que nadie me viera mientras me paraba la policía.
Es por eso que dejé a Aiko, mi hermana, con Emma y estaban las dos muy felices.
—Lo siento mucho, comandante —contesté —. No voy poder asistir, tengo algo urgente que hacer.
—Está bien, lo entiendo —decía —. Ivy, esto no es un juego. Si no puedes compaginar tu vida personal con ToMan deberías dejar tu puesto.
Tenía razón, y no descartaba hacerlo, pero solo tenía que pasar unos días a que mi situación se relaje y volvería a estar activa, estaba descuidando muchas cosas por proteger a mi hermana, lo malo era que no podía contar nada.
—Dame un día, por favor —incliné mi cabeza —. Sólo uno.
Asintió y finalmente abandonó la casa rumbo a la reunión.
Yo hice lo mismo, pero me dirigí a mi casa, llevaba tiempo sin aparecer por allí y sospechaba que algo iba a pasar.
Al llegar al lugar, efectivamente noté que la puerta estaba manipulada, alguien había entrado. Entré y me encontré lo que era inevitable, muchos policías esperándome.
—Ivy Suzuki, quedas detenida por retención de menores.
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—Oye, ¡trátenme con más cuidado!
Después de ser esposada me trasladaron provisionalmente a un calabozo, no tenían muchos datos sobre la supuesta retención, así que tenía posibilidades de quedar en libertad.
Cerraron la puerta de la celda y tenía a un compañero que también estaba allí.
—¡Mira a quién tenemos aquí! Suzuki —habló un chico con el pelo de color rubio blanquecino.
—¿Quién eres?
—¿Yo? Izana Kurokawa, pero llámame Izana.
—Vale, Izana —hice énfasis en su nombre —. ¿Cómo sabes quién soy?
—Las noviecitas de Mikey "El Invencible" siempre son populares, con ser de su entorno cercano ya eres conocido.
—No soy su "noviecita" —me crucé de brazos.
—Si tú lo dices...
A continuación sacó un paquete de tabaco de su bolsillo.
—¿Cómo no te han requisado eso? —pregunté haciendo referencia a ese objeto.
—Soy bueno escondiendo cosas —se encogió de hombros.
—¿Y crees que es bueno fumar?
—Sinceramente me da igual —se llevó el cigarrillo a la boca y en un tiempo increíble y dando unos toquecillos se lo acabó.
