Hassle | Tokyo Revengers x OC

Capítulo 4 | Problemas

Antes de ir al festival, tenía que pasar por el establecimiento donde me encontraba con los clientes. Me parecía sorprendente cómo podían confiarme esto a mí, y eso que no tenía ni idea de que hacer. Pero era o eso o morir.

Koko me pasó la ubicación al móvil y me dijo que estaría esperándome allí junto con el cliente.

Entré con unas llaves que se me habían dado la vez anterior.

—Buenos di-

Un chico con una mecha rubia y dos tatuajes en las mano estaba al lado de Koko. Al parecer habían estado conversando.

—¿Eres Ivy?

El chico no quitaba de su rostro una sonrisa.

—Sí, sentémonos para hablar.

Así fue como los dos nos pusimos en una mesa que nos habían proporcionado.

—Muy bien, hablemos de negocios —dije cogiendo una libreta y un bolígrafo.

—Es rápido, quiero que te unas a mí.

—No doy servicios como persona, trabajo con una banda. Si te interesas en algo, es en Vries.

—Era la única forma de poder contactar contigo —dijo el chico encogiéndose de hombros.

—¿Y para qué me quieres?

—Es un secreto, pero es importante.

—Koko —me giré hacia él —. ¿A quién coño has traído?

—Un chico que quería hablar contigo, supuse que era de negocios.

Suspiré, esto va a ser complicado.

—Muy bien, pues ya lo sabes, si está interesado en otra cosa, adelante.

—No, solo eso. Volveré Ivy, a por ti. Más pronto de lo que esperas.

El chico se levantó de la silla y abandonó el lugar.

—Koko, sabes que puedes recibir clientes tú también, ¿verdad?

Asintió con la cabeza.

—Muy bien, pues seremos los dos y algún que otro chico que le apetezca estar pringado aquí. Porque vaya mierda.

Se dirigía a la puerta para irse.

—Por cierto... ¿Cómo está Inupi? Hace mucho que no sé nada de él.

—Bien.

Lo único que respondió. Está bastante tenso conmigo.

Me levanté para cerrar y dirigirme al festival. Que divertido era ver a parejas juntas besándose mientras tú estás sola.

Tenías pensado estar con Takemichi pero claro, el chico tiene novia y lo quería pasar con ella, es comprensible.

Al final estaba sentada, en el suelo, vestida como siempre, mirando las estrellas. Encima está empezando a llover, esto es mala suerte.

—Te vas a mojar, ven.

Levanté la cabeza y era Mitsuya.

—Mitsuya, que sola estoy —dije levantándome —. Por cierto, ya estoy mojada.

El chico se carcajeó y nos fuimos al bosque a pasar el tiempo. Ahí nos encontramos a Takemichi tirado en el suelo con Hina.

—Tengo que salvar a Draken... —susurraba.

—¿Takemichi? ¿Qué haces en el suelo? —pregunté extrañada.

—Busquemos a Draken —dijo.

—¿Eh? Oh, sí, claro.