Hassle | Tokyo Revengers x OC

Capítulo 1 | Amigos

—¿Takemichi?

Estaba regresando de la escuela cuando escuché un estruendo, me acerqué a ver y estaba Takemichi con un chico que le duplicaba la altura en posición de pelea. ¿Takemichi pelea?

—¡Ivy!

Era Takuya Yamamoto, uno de los amigos cercanos de Takemichi que también conocía.

—¿Qué hace Takemichi? —pregunté intrigada.

—Iba a pelear yo, pero él se sacrificó por mí. Definitivamente van a matarlo.

—¿Peleáis?

—Estamos metidos en un buen lío desde que perdimos una pelea.

Sabía que estos chicos se hacían llamar matones o algo así, pero nunca supe que iban enserio, ni escuché nada en el colegio. Supongo que estoy en mi propio mundo.

—¿Por qué no me lo dijisteis? Seguramente era la única de la escuela que no lo sabía.

—Takemichi no quería —dijo Takuya con la mirada baja —. No sé qué hacer, si sigue ahí van a matarlo a golpes.

En unos instantes el chico pelinegro el cual no sabía su nombre comenzó a golpear a Takemichi y este era pésimo pelando por lo que recibía todos los golpes.

Mierda, tenía que hacer algo y pronto. Bajé las escaleras mientras escuchaba a los amigos de Takemichi decir que volviese o cosas así.

—¡Esperen!

Grité lo suficiente para que se parase la pelea por unos momentos, cosa que aproveché para ponerme enfrente del chico pelinegro en posición de pelea mientras que a mi espalda estaba Takemichi.

—¡¿IVY?!, ¿qué haces aquí? —me preguntó bastante sorprendido.

—No sabía que peleabas. —Esquivé su pregunta.

—Vete de aquí, te van a matar a golpes —me dijo asustado.

—¿Y pretendes morir tú? ¿Qué pasaría con Hina?

—Vaya, vaya... Tiene que venir la novia a salvar al indefenso... —decía el pelinegro —. ¿Quieres mo-

Antes de que acabase la frase le había pegado una buena patada en el estómago, haciendo que retrocediera y se tocara la zona afectada.

—Cállate, hablas mucho.

—¿¡DESDE CUÁNDO SABES PELEAR?! —Takemichi me miraba sin dar crédito, era bastante gracioso.

—Supongo que los dos tenemos secretos —dije dándole una mirada divertida.

El pelinegro avanzó y me puse en posición de batalla.

—Traedme un bate, me he cansado de estos mocosos.

Contra un bate no puedo compararme. En pocos segundos uno de sus súbditos le trajo uno y comenzó a acercarse a mí.

Pegué una patada en dirección al bate y con mucha fuerza conseguí tirarle el bate al suelo. Tuve que levantar mucho la patada porque soy bajita y no llegaba al bate, pero por suerte todo salió bien.

—Chica, me estás hartando.

Volvió a acercarse, pero llegaron dos chicos unos muy alto y otro realmente bajito (aunque menos que yo). Todos agacharon sus cabezas haciendo una reverencia.

—Takemichi, ¿quiénes son ellos dos?—dije susurrando para que nadie más escuchase.

—No tengo ni idea.

—Oye, Kiyomasa—dijo el rubio con un tatuaje de un dragón—. Estás asustando al público.

¿Eso es lo que le preocupa? Tendría que preocuparse de que Takemichi iba a morir o de que su amigo estuviese pegando a gente sin ningún motivo.