Capítulo 5

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                 Manguito antisocial

Natasha

3 días después...

Natasha: ¿En qué escuela estudias?

Realmente solo estoy tratando de sacar conversación, pues ya se bastantes cosas de él.

Adriano: ¿Crees que mereces saber eso cuando ni tu nombre se?

Natasha: Mi nombre aquí no importa.

Adriano: Claro que sí.

Adriano: Así me ahorrías el tenerte agregada como "manguito antisocial"

«¡¿Manguito antisocial?!»

Natasha:¿Me tienes agregada así?

Adriano: Claro, desde ahora te tengo así. Aparte, va perfecto con la que no tiene un maldito amigo y le gusta comer mango en las tardes

Sí, sabe que me gusta el mango, llevamos días hablando bastante...sobre todo después de lo que pasó con Maiki.

«Me desconecté» mierda no tengo cobertura. Me he dado cuenta de lo difícil que es conectarse desde que vivo en este a lo que me gusta llamar infierno.

Ha sido un típico día aburrido en el que no hice más que ver pelis y comer dulces «a este paso voy a engordar por cada cosa que me meto» pero no tengo nada bueno que hacer y cómo no tengo a nadie para traerme a casa. Estoy muy aburrida en realidad.

En estos días no he hablado con Maikel, ni con mi papá, soy una pésima hija y también amiga.

Las cosas por la cueva no es que vayan muy bien que digamos...Michael llegó borracho por segunda vez esta semana, rompió copas de cristal y cuadros valiosos para mamá, discutieron y volvieron mi noche un caos.

Yo no tuve el valor de salir y decirle lo mucho que me molesta su actitud pero estoy convencida de que para la próxima vez seré capaz.

«Que hambre» Salgo de la habitación y me dirijo a la mesa junto a Gema y Michael quienes tienen una cara de culo terrible. Yo por mi parte me siento y sirvo lo que comeré en una bandeja.

—Este fin de semana iremos a la playa ¿no?— los observo expectante de sus respuestas.

—No—mi padrastro es el primero en hablar.

—Te dije que iríamos pero se han presentado problemas económicos que nos lo impiden— habla ahora mi madre— Lo siento, iremos más adelante.

—Últimamente nada de lo que hacíamos en familia lo estamos haciendo, no me hablan de nada, no me preguntan que hice en el día, ni vemos pelis por la noche—doy un golpe en la mesa—ni siquiera me consultaron que nos íbamos a mudar— me enfado y se me empañan los ojos.

—Tenemos problemas—mamá intenta cogerme de la mano y la aparto— esto va a pasar ¿ok?

—¿Cuando?—ironizo—¿Cuando sea mayor de edad y me vaya de este...lugar?

Se miran con enfado y luego intentan decir algo aunque el intento fue débil ya que me voy sin mirarlos directamente a la alcoba. Al cerrarse la puerta detrás de mí otra disputa se desata en la sala entre mi madre y su marido, ya no los soporto, cada día me cuesta más sobrellevar la calma con ellos.

Enciendo el móvil y sigo sin conexión a internet « ¿Tenía que ser un campo?» Mis impulsos están haciendo estragos en mí dándome ganas de lanzar el teléfono contra lo primero que vea. Ahora mismo no quiero estar en este manicomio por lo que saco una sudadera a juego con un short deportivo, mis tenis más gastado y el celular me lo echo en los bolsillos del short.

Adictos A Lo OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora