Capítulo 27

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Una perspectiva diferente

El suelo frío y las paredes desarregladas de la humilde casa resguardan a Natasha mientras ella se hunde entre sus piernas llorando en la sala. Su madre se fue y solo han pasado horas pero ella las sintió como años, no durmió mucho en toda la noche y las dos horas en que lo consiguió no fueron muy reconfortantes...

El dolor en su pecho es por varios motivos; lo que hizo su padrastro, el hombre que la vio crecer y que ahora no ve como alguien más que el alcohólico que golpeó y agredió a su madre, bueno, y a ella. La partida de su mamá es un factor que la destroza, está sola, Natasha quería arreglar los pedazos rotos de su madre y también los suyos, pero su mamá no le dio chance y eso la entristece porque...¡Es su madre!

Por otro lado, uno muy opuesto a la familia, es su tristeza por el remolino de sentimientos acumulados que siente por Adriano, piensa en como comenzó todo y lo rápido que se dieron las cosas con él, como pasó los límites que se había impuesto a sí misma con él, el hecho de que ahora ambos trabajan juntos en no dejarse hundir y que está más confundida que nunca...pero realmente lo que le pasa en estos momentos es que lo extraña mucho, no fue hace tanto que lo vio por última vez y sabe que tal vez él no es la mejor opción para consolarse pero extraña estar entre sus brazos y siente la horrible necesidad de desahogarse con él...es tan asfixiante que no quiere moverse.

Pero de eso trata la adolescencia ¿no? De caerse, golpearse emocionalmente y saber levantarse, tener la valentía para hacerlo.

Un sonido extraño se escucha desde el final del reducido pasillo y al momento sabe que es su móvil lo que suena, pero no quiere pararse, no quiere absolutamente nada. Intenta ignorar el sonido incesante de su celular y dejarlo hasta que cese pero es tan molesto que termina separando la cabeza de sus piernas.

Siente la cara hinchada y los párpados le pesan, al ponerse de pie es consciente del dolor de sus extremidades, no sabe si fue por la incomoda posición en la que estuvo por horas o por los golpes que le propinaron ayer...siente una opresión en el centro de la cabeza y cree que puede ser por Michael «abusador de mierda» pensó. Aunque también es consciente de que ella se le abalanzó y de cierta forma lo provocó...

Observa su alrededor y se le encharcan nuevamente los ojos al ver el desastre que provocaron ayer. La mesa fuera de lugar, las sillas tiradas por doquier, las bonitas cortinas que Gema había puesto para adornar la sala machucadas y probablemente rotas...todo eso no es más que un recordatorio de lo que vivió y le surgen las ganas de estamparse contra algo y quedar inconsciente para no pensar más.

El sonido proveniente de su móvil es un tormento para sus tímpanos aún en la distancia y es peor cuando se acerca por él, lo toma y deja caer las lágrimas que ya tenía acumuladas. Es un mensaje anónimo muy extraño pero que está completamente segura de que es de Maikel y está en letras grandes y con emojis de festejo y caritas tristes.

"Recuerda que te amo y que sin ti mi cumpleaños no es mi cumpleaños"

«¿Como no quererlo?» «Puedo fallarle a cualquiera, pero no a él» se auto convence de asistir a su fiesta de cumpleaños aún con el corazón roto y una noche en vela.

Piensa rápido en los pros y contras que tiene ir a la fiesta de su mejor amigo. Después de casi una hora debatiéndose concluye que no le va a dejar solo este día «aunque sabe que no estará solo ni aunque se suspendiera la fiesta»

Está decaída y desahuciada por dentro, cosa que hace reflejo en su apariencia, al verse frente al espejo nota los cachetes colorados, los ojos inchados, el cabello vuelto mierda y la expresión de muerta en vida. Se pone una bolsa con hielo en el rostro para bajar la hinchazón de sus ojos y volver a su color normal.

Adictos A Lo OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora