CYNOSURE ↬ J. JUNGKOOK

↬O15

❝En este lado del paraíso,
solo estamos tú y yo.❞

Gyuri se había mantenido en silencio durante todo el recorrido, aún quedaba una hora para llegar al lugar y la mayoría de los estudiantes en el bus estaban dormidos. Pero claro, Yerin no había podido descansar ni un solo minuto debido a que su mente estaba llena de posibles palabras con las cuales dirigirse a Gyuri.

Estaban sentadas juntas, pero ninguna de las dos había dicho ni una sola palabra hasta el momento.

Sinceramente, Yerin comenzaba a sentirse incómoda. En su mente había creado un escenario perfecto en el cual ambas conversaban acerca de su discusión y arreglaban las cosas, pero se había quedado en blanco en el momento en que Gyuri la vio sentarse a su lado, desde ese instante había sido incapaz de decir palabra alguna.

Pero debía animarse, no iban a dejar morir una amistad tan fuerte solo por ese incidente, ¿verdad?

Estaba a punto de hablarle, hasta que de pronto escuchó unos sollozos.

Gyuri...estaba llorando.

—O-Oye, ¿qué sucede?—le preguntó Yerin preocupada mientras la contraria no se atrevía a dirigirle la mirada, solo lloraba en silencio.—Gyuri...

—Yerin, yo...—mordisqueaba su labio inferior con nerviosismo, mientras las lágrimas continuaban cayendo por su rostro.—Lo siento, de verdad...todo lo que te dije ese día, no lo decía en serio. Me siento horrible y ni siquiera puedo mirarte a los ojos, soy la peor...

No dijo nada más porque su amiga al instante la abrazó, incluso si era algo incómodo debido a la posición de los asientos, no pudo evitar dejar salir el lado cálido de su personalidad. Aquello fue suficiente para que la carga que Gyuri llevaba en su pecho comenzara a desaparecer, no había podido sentirse tranquila desde la discusión con Yerin y se odiaba a sí misma por haberla lastimado.

Algunas veces, sentía que no merecía su amistad. Pensaba que Yerin era una persona demasiado buena y noble, de hecho tenía miedo de que no volviera a hablarle después de todo lo que le dijo. Pero aquella chica carismática había demostrado que estaba dispuesta a perdonarla, lo cual hizo llorar aún más a Gyuri.

—Está bien, no llores más—le dio suaves palmadas en la espalda intentando calmarla. Sabía lo difícil que se le hacía pedir perdón pero valoraba demasiado que lo haya hecho, porque eso significaba que no quería perderla.

—Eres muy inteligente y estoy segura de que llegarás muy lejos, no creas nada de lo que dije antes, solo estaba muy enojada y...todo es mi culpa, tú eres perfecta tal y como eres, no dudes nunca de ti misma.

A Yerin le hizo muy bien escuchar esas palabras, incluso si Jiyeon le había dicho lo mismo, era bueno escucharlo de Gyuri también. Se separaron del abrazo y se sonrieron, incluso si la pelinegra no paraba de llorar aún, no pudo evitar sonreír al ver la expresión de Yerin.

—Sé que no lo dijiste en serio, así que estoy bien ahora, no te preocupes. Me alegra que puedas sincerarte conmigo así, pero también me gustaría que me dijeras cuando estás pasando por un mal momento...en lugar de pelear conmigo, puedes contarme lo que te pasa. Ya te lo dije muchas veces, pero volveré a hacerlo...—tomó su mano mientras la miraba a los ojos.—Siempre voy a estar a tu lado.

—Gracias, Yerin...prometo no volver a lastimarte, en serio. También prometo contarte lo que me pasa...

—Vamos, eso no puede quedar solo en palabras, ¡ya sabes qué hacer!—le mostró el dedo meñique, Gyuri soltó una leve risa. Estaba feliz de ver a la eufórica Yerin de nuevo, era como su serotonina.—Ahora sí, promételo.