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Después de aquella discusión con Jungkook, a Jiyeon se le habían quitado las ganas de ver la competencia de natación. Se sentía desanimada de repente, y odiaba aquel sentimiento.

La mayoría de los estudiantes estaban en el área de natación atentos a quién sería el ganador, pero ella había decidido salir de ahí un rato. No estaba del mejor humor en ese momento, prefería caminar un rato por el campus.

Ya comenzaba a atardecer, pronto el primer día del festival terminaría. Había comenzado bastante bien, pero poco a poco sus ánimos iban escondiéndose nuevamente al igual que el sol en ese preciso instante.

Tampoco sabía en dónde se había metido Jungkook. Quería hablar con él y al mismo tiempo no quería hacerlo, no sabía si estaba enojada, preocupada o triste. Enojada por su repentina actitud fría hacia ella, sin explicar el qué tenía que ver Yoongi. Preocupada, porque sabía lo que Jungkook acostumbraba a hacer cada vez que sentía enojo, no quería volver a ver sus nudillos lastimados.

Y triste...ni ella misma lo sabía. ¿Por qué su estado de ánimo se estaba inclinando tanto a la tristeza? Estaba segura de haber tomado sus pastillas. Se sentó en una de las bancas del campus para descansar un rato.

—Hey, estudiante nueva—esta vez, fue más fácil para Jiyeon reconocer aquella voz. Se sorprendió un poco al percatarse de que no estaba sola. Giró a ver a la banca de al lado, donde aquel chico la observaba sonriendo. Y sí, Jimin parecía ser de las personas menos problemáticas en aquel lugar, y quizás el más normal.

—Sabes que puedes solo decirme Jiyeon, ¿verdad?—él rio.

—Lo sé, solo me gusta llamarte así. Pero bueno, Jiyeon. ¿No deberías estar participando en las actividades?

—Participaré en las de mañana, hoy no tengo muchas ganas. ¿Y tú? ¿qué haces aquí? Pensé que jugarías con el equipo de fútbol.

—Lo hice, más temprano. Ganamos—dejó salir una expresión de victoria y elevó ambos pulgares, lo cual se le hizo bastante tierno a la contraria.

—Me alegro por ti. Me hubiera gustado verte jugar, pero estaba viendo el partido de baloncesto.

—Oh, claro. Seguro fuiste a animar a Jungkook, ¿verdad?—apenas Jiyeon escuchó aquel nombre, una mueca algo indescifrable para Jimin apareció en su rostro. Él la miró extrañado.—¿Por qué esa cara? ¿Pelea de novios?

—¿Qué dices? Si fuera su novia se me habría reventado una vena debido al estrés. Es realmente difícil entenderlo cuando está de mal humor—Jimin no pudo evitar soltar una carcajada.

—¿Y recién te vas dando cuenta?—Jiyeon rodó los ojos.—Escuché que el partido quedó en un empate, ¿acaso se enojó por eso? No me sorprendería debido a lo competitivo que es.

—No lo sé, creo que estuvo de mal humor incluso antes de que eso sucediera. Quizás solo despertó con ganas de desquitarse con el primer ser humano que viera respirar.

Jimin elevó una ceja.—Creo que eso sonó muy personal.

—Olvídalo, solo me frustro más. Vine a este internado a relajarme, ¿pero por qué ese idiota sigue poniendo a prueba mi paciencia? Lo peor es que...—dejó de hablar en el momento en que notó que Jimin la escuchaba, atento. Ella aclaró su garganta.—Perdón, seguro te estoy molestando.

—No realmente. Es interesante—esta vez ella elevó una ceja.—Mis amigos del psiquiátrico también solían contarme sus problemas.

—¿Estuviste en un hospital psiquiátrico?—él asintió, con total naturalidad y una expresión relajada.—Yo casi ingresé a uno el año pasado, pero al final decidí no ir.

CYNOSURE ↬ J. JUNGKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora