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Al día siguiente, tanto Jiyeon como Jungkook parecían estar con un mejor humor. Y claro, habían podido conversar y arreglar aquella discusión. Jiyeon había hablado por teléfono con su padre para contarle acerca de lo bien que le había ido en el festival deportivo, hablar con su padre era su mayor fuente de felicidad, escucharlo animarla cada vez que tenía la oportunidad de hacerlo le generaba un sentimiento de fuerza que no tenía hace mucho, pero que poco a poco estaba regresando a ella.

Podría decirse que la clase de inglés estaba bastante tranquila, y es que el profesor casi siempre se quedaba dormido o se distraía conversando con algunos alumnos, era algo extraño ver cómo tenía tanta confianza con algunos de ellos. Todos estaban desarrollando hojas de trabajo en silencio en los grupos que ya estaban determinados.

Jiyeon estaba sentada frente a Jungkook y Jimin estaba justo al lado de este, Jieun no había asistido a clase, no eran tan cercanos a ella como para preguntarle el porqué, pero lo primero que llegó a sus mentes era que quizás se encontraba enferma.

—¿Me ayudan con el tercer ejercicio?—pidió Jimin, dejando caer el bolígrafo encima del pupitre, algo cansado.—Ah, apuesto a que Jungkook apenas ha escrito su nombre. Jiyeon, eres mi única esperanza—la aludida elevó una ceja.

—¿Perdón? Voy en el ejercicio ocho, no me subestimes—Jimin no pudo evitar sorprenderse ante la respuesta de Jungkook.

—¿En serio?—el contrario asintió orgullosamente, mostrando su hoja como si se tratara de un diploma a un gran logro.—Jiyeon, revísalo. No estoy del todo confiado.

Jungkook le entregó su hoja con total confianza, Jiyeon comenzó a comparar las respuestas contrarias con las suyas ya terminadas. Todo coincidía e indicaba que ambos lo habían hecho bien, fue clara la sorpresa de ella también al notarlo, creía que a Jungkook le iba bastante mal en inglés, ¿a qué se debía su repentina mejora?

—Hiciste todo bien. No te copiaste de alguien, ¿verdad?—Jungkook bufó fingiendo estar ofendido al escuchar las palabras de Jiyeon.

—¿De quién podría copiarme? El cerebro de Jimin no da para más lejos del segundo ejercicio, y tú no nos muestras tus respuestas hasta el final.

—¿Entonces? Pensé que odiabas el inglés—añadió Jimin, aún desconcertado.

—Pensaste mal—empujó levemente la frente de Jimin con su dedo índice de forma divertida, lo que hizo reír a Jiyeon. El mayor solo rodó los ojos, mientras Jungkook sonreía victorioso.

Incluso si era sorprendente el hecho de que Jungkook haya logrado resolver los ejercicios de manera correcta, a Jiyeon le alegraba. Se sentía bien por él, después de todo quizás no era un despreocupado con los estudios.

Jungkook continuó desarrollando los ejercicios que le faltaban, Jiyeon lo observaba de reojo y era obvio que no estaba copiando las respuestas de nadie. Él mismo estaba haciendo todo, quizás al fin se había dado cuenta de que necesitaba mejorar su promedio.

—Ahora me siento el único tonto aquí—mencionó Jimin soltando un bufido, al ver su hoja de trabajo casi vacía.

—Pero eres inteligente en otras cosas. Dando consejos o escuchando a los demás, por ejemplo—él sonrió al escuchar a Jiyeon. Jungkook mantuvo su expresión neutral, pero algo confundido en el fondo, ¿en qué momento Jimin y Jiyeon se habían vuelto cercanos?

—Por eso mismo estudiaré psicología, no necesito el inglés para eso, ¿verdad?

—¿Ah, no?—desafió Jungkook, jugando con el bolígrafo entre sus dedos.—Te pongo en esta situación, eres el mejor psicólogo de Corea y todo el mundo quiere ser atendido por ti, pero...¿qué pasa si llega un señor americano de cincuenta años con problemas sentimentalmente graves y el único idioma que habla es el inglés? Eres el único psicólogo disponible y su vida depende de ti, ¿qué haces? ¿usas el traductor?

CYNOSURE ↬ J. JUNGKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora