Francesca.Lo miro incrédula, este tipo simplemente esta loco. Cómo se le ocurre venir aquí, cuando se supone que todos creen que está muerto.
Miro por el pasillo, desprendiendo algo de tensión al descubrir que no hay nadie.
Lo tomo por el brazo y lo meto a mi habitación con la mandíbula apretada.
Estoy furiosa, furiosa es poco. Estoy realmente cabreada.
Una vez estamos en el interior de mi habitación, lo suelto. Camino molesta hasta el baño, soltando las prendas que sostenía en mis manos y los tacones.
Enzo no tarda en aparecer detrás de mí, apenas le dirijo una mirada por el espejo, y me dedico a lavar mi rostro, para quitar cualquier rastro de maquillaje.
—No contestabas mis mensajes, ni mis llamadas porque estabas muy ocupada follando con el mierdecilla.
No es una pregunta y deseo golpear su rostro solo por la insinuación, pero seco la humedad del mío con una toalla, y procedo a quitarme cada uno de los accesorios.
Soy muy consiente de mi desnudez, al igual que él, ya que sus ojos parecen no lograr alejarse de mí.
—¿No me vas a responder?
—Sinceramente, Enzo.— digo quitándome las bragas y quedando totalmente desnuda frente a él para entrar a la ducha—, el papel de esposo celoso y posesivo, ya no te queda.
Ingreso a la ducha encendiendo el agua y viendo como las aletas de su nariz se expanden.
¡Oh! Alguien más está realmente enojado. Pues me vale mierda.
—Es patético...— continuó hablando, pero me detengo cuando se coloca detrás de mí y me arrincona contra una de las paredes de la ducha.
Me giro, un músculo en su mandíbula palpita con violencia. Y su ropa ahora se encuentra húmeda, al igual que mi piel.
—No soy el único patético aquí.—dice pasando una de sus manos por mi costado desnudo e inevitablemente me estremezco.—. Tú solo intentas ocultar el hecho de que aún me deseas.
Me detengo a sonreírle con frialdad, su mano se acerca e intenta empujarme contra su cuerpo, pero doy un paso atrás mientras alzo mis manos al frente, para detenerlo.
—Las cosas ya no son cómo, ni cuándo tu quieras. Ahora es a mi manera, si lo aceptas bien, y si no, pues te puedes ir yendo por donde viniste.
Lo veo inhalar profundamente antes de salir de la ducha, cuando pienso que se ira y me dejará sola, lo veo quitarse la ropa menos el bóxer y estirarla, antes de hablar.
—Esperaré en tu cama.— sus ojos regresan a los míos con intensidad—, a que te bañes.
No puedo evitar que algo se agite dentro de mí, pero me recuerdo que esta vez la que tiene en control entre nosotros dos, soy yo.
♡♡♡♡
Cuando salgo de la ducha, me siento peor que cuando entre. Mi mente no ha dejado de dar vueltas y mi cuerpo no puede evitar rememorar cada momento juntos.
Estoy caliente como la mierda y estresada al mismo tiempo, tal vez algo molesta también.
No solo por el hecho de que Enzo esté aquí arriesgando nuestros planes, sino porque no puedo ignorarlo tanto como quiero.
Si, las palabras son fáciles. Herir a alguien y fingir que lo detestas, pero simplemente nosotros vibramos cuando estamos uno frente al otro.
Esas miradas asesinas, esas cosas que nos decimos, importan un carajo cuando no se puede ocultar, cuánto nos deseamos.

ESTÁS LEYENDO
Éxtasis. [+21]
AléatoireBilogia Infierno #2 Una vez el frenesí de poder y ambición fue subyugado por el éxtasis que solo la sangre, el dolor y la destrucción me otrogan. Entendí las palabras que Enzo tanto me habia repetido. "Yo no olvido, no perdono y siempre espero la tr...