24. Conteo regresivo.

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Francesca.

El tiempo parece no rendir lo suficiente, así que luego de acordar el lugar de la cita de mañana, donde conoceré a quien sea que Enzo desea presentarme, me marcho.

He estado pensando a quienes colocar en los respectivos puestos de rango en la organización, y gracias a que Alessio entro al consejo, puedo postularme como subjefe, él es testigo de todo mi trabajo hasta ahora, por lo que puede abogar por mí, aún con lo que sucedió la otra noche. Además de que uno de los primos lejanos de Denaro, Angelo Andriacchi ocupara el lugar de consejero.

Los Andriacchi son conocidos en Sicilia por su reciente poder, por lo que la presencia de un descendiente de ese apellido en la organización resultará llamativa y limara cualquier aspereza que aún exista con los enemigos que herede por mi apellido, aunque si supieran quien asesino a mi padre, probablemente me besarían los pies. El puesto de contador, pues eso lo dejaré en manos de Eros, no importa a quien elija porque de todas formas no durará demasiado en el cargo.

En menos de una semana se cumplirá el primer mes de Eros como Capo, será el momento perfecto para solicitar una reunión con La Parca y plantearle los nuevos ocupantes. También es buen momento para comenzar a desestabilizarlo un poco y manejar su mente a mi manera.

Cuando llego a la casa intento subir directamente a mi habitación, pero me topo con Eros en la cima de las escaleras junto a los dos guardaespaldas que deje con él.
Me detengo frente a él, me atrae y deposita un beso en mis labios.

—Voy a salir, no me esperes. — mis ojos inmediatamente lo escudriñan, esto no es algo común.

Desde el viaje que me está persiguiendo y ahora que me ve llegar, ¿se va?
Paso mis manos por su cuello y sus hombros, mientras me pongo de puntillas para dejar otro ridículo beso en sus labios.

— ¿A dónde vas a estas horas?— pregunto viendo como sus ojos no se despegan de mis labios.

—A buscar algunas respuestas, Kostandin no es paciente y yo menos.

—Entiendo. — Aparto la mirada de él, mientras pienso—. Creí que me estabas esperando, pero al parecer ya tienes tus propios planes.

—Puedo cancelarlos si eso quieres. — me ofrece acercándome de nuevo a él, sonrío para él antes de colocar un beso en su mejilla y alejarme.

—Ve, yo soy la más interesada en que descubras que le sucedió a Kannis.

—Lo sé. —Asegura—. Cuando tengamos al asesino, Kostandin se dará cuenta de su error contigo. Voy a averiguar qué pasó con ella exactamente.

Nos despedimos y lo dejo marchar, dándole una leve instrucción a mis hombres. Antes de acostarme, le envío un mensaje a Vincent para que se encargue de otra pequeña cosa, muy necesaria para mis planes.

♡♡♡

Al día siguiente después de entrenar con mis hombres, hablo con los dos escoltas que acompañaron a Eros la noche anterior para mantenerme informada. Ambos me dicen la lista de sitios y lugares que Eros visito en busca de alguna pista referente a Kannis, pero toda la poca información que obtuvo fue gracias a mí y a las pistas falsas que deje para él.
Eros no se enterará de nada que yo no desee que él sepa, por supuesto hasta que la paciencia de Kostandin sea reducida a nada, y caiga en la palma de mis manos. Me causa diversión el solo imaginar su posible reacción.

Una vez he terminado, me doy una vuelta por el almacén para trabajar, como futura subjefe no puedo descuidar mis labores y mucho menos dejar nada a la suerte. Algunas horas más tarde, es que decido regresar a casa para alistarme e ir a la cena. Aún es algo temprano, pero ya que Eros sigue ocupado y no está molestando, prefiero salir de una vez.

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⏰ Última actualización: Jun 18, 2022 ⏰

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