Capítulo: VII

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Narra Luke

-¿Te vas a quedar de pie todo el día mirándome? -. Inquirió con una sonrisa socarrona en el rostro.
-Puede...-.Apoyado en la pared, veía como R2 le seguía a cualquier lado obedeciendo sus órdenes-¿Acaso para tí no pasan los años? Debemos de tener la misma edad.
-Ya tenemos algo más en común.
-Quiero una explicación.
-¿Por dónde quieres que empiece?
-Por el principio estaría bien.

Aquello le hizo reír y a mí me lleno de felicidad.

-Como ya sabrás, el Emperador tenía planeado un ataque hacia los Rebeldes -. Comenzó.
«En número ganaba el Imperio. Pero yo llevaba tiempo planeando mi venganza contra ese miserable. Después de enterarme por tí, que era padre de dos hijos, bueno mejor dicho de uno y del otro a medias, todas las cosas encajaron solas, fue como si la venda que me tapaba los ojos se hubiera caído de golpe. Obi-Wan tenía razón. Ahí fue cuando supe que yo no había matado a Padme. Porque si yo lo hubiera echo, vosotros no estaríais aquí, es lógico ¿no?.
Averigüe dónde se escondía Mi Maestro, una disculpa me sabía a poco después de todo lo que había tenido que pasar por mi culpa, así que me rendí ante él, jurando que mis intenciones ahora eran buenas. Me acogió con los brazos abiertos, no me lo merecía, pero para él seguía siendo su Padawan. Su mejor amigo.
Le conté todo lo que tenía en mente e insistió en participar. Me contó que después de mí, entrenó a una niña que parecía ser muy buena con La Fuerza. También veló por tu seguridad en Tatooine. Habíamos pasado mucho tiempo separados, hablamos de todo hasta de los secretos del Imperio.
El Emperador seguía creyendo que le era obediente y fiel, nunca sospechó, y eso que había veces que estaba semanas sin aparecer por el Superdestructor.
El día llegó. Y consigo todos los defectos que el plan de Obi-Wan y mío tenían. Pero no podíamos estar de brazos cruzados y mucho menos ver cómo los nuestros caían en la batalla. Como ya sabía que vendrías, tenía pensado que tú y yo nos enfrentaramos al viejo amargado por la vida, acabando de una vez con todo, tal y como la profecía dice: El Elegido destruirá a los sith y traerá la paz a la galaxia.
Ocupé tranquilamente mi lugar al lado de Palpatine. Esperado el momento, le dije que Obi-Wan estaba aquí y teníamos una cuenta pendiente. Por el tono de mi voz debió de ver venganza, lo cual agradecí y fui a reunirme con él.
Pero algo salió mal.
A partir de ahí todo sucedió muy rápido y yo tarde en asimilarlo.
En uno de los pasillos, cerca del hangar, estaba el cuerpo de Mi Maestro tirado en el suelo, como si fuera cualquier cosa. Me acerqué a él, pero ya era tarde.
No podía quedarme ahí porque si no yo sería el siguiente. Cogí una de las naves y a través del cristal vi como una joven seguida por el Emperador, veían a Obi-Wan desaparecer con la Fuerza. Desee acabar con todos, no puedo explicar cómo era dolor y la rabia que sentía... Solo una cosa me frenó a hacerlo: Luke Skywalker.
Habías logrado huir con tus amigos, eso a mí me dio esperanzas. Pues no estaba solo al fin y al cabo. Pero primero debía curarme, alejarme, asimilar lo que había pasado... No fue fácil.
Poco después descubrí que esa misma chica fue la nueva ayudante de Palpatine. Por así decirlo, mi sustituta. Por supuesto, no volvió a saber nada más de mí, supongo que pensará que corrí el mismo camino que Obi-Wan, solo que mi cuerpo no lo encontrarían por ningún lado.
Más tarde, la Fuerza me enseñaría que podía conectarme contigo y así es cómo has acabado en Carida.»

-Yo...pensaba...que...El Emperador te había...matado -. Me costaba hablar después de escuchar la historia.
-Eso lo hice para que el Imperio se lo creyera. -. Clavó sus intensos ojos azules en mí -¿Qué pensaría ese viejo si supiera que Anakin Skywalker no está muerto?
-¿Vuelves a ser Anakin Skywalker?-.Reí
-¿Acaso había dejado de serlo?

-He aceptado que una vez fuiste Anakin Skywalker, mi padre.
-Ese nombre no significa nada para mí-.Dijo en un tono bastante amenazador
-Es el nombre de tu verdadero ser -.No me iba a volver a dejar intimidar por él.

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