Capítulo XVI

89 3 0
                                    

La mano cibernética de Luke descendió hasta mi muslo agarrandome con fuerza la pierna, mientras Anakin se apoderaba de mis labios, incendiandome haya por donde su piel me rozaba.

Dejé caer la cabeza sobre la almohada, cerrando los ojos, mientras las olas de placer me llevaban hasta lo más alto, estallando en un intenso orgasmo que me dejó temblando.

Ellos, no tardaron en seguirme.

Luke quedó sobre mi abdomen, con las mejillas rojas y al igual que Anakin ambos con el pelo pegado en la cara por el sudor. Este último se tumbó a mi lado, apartándome el pelo para que no le impidiera verme mejor.

¡¡Son padre e hijo!!

No dejaba de gritarlo en mi interior. Aunque no lo pareciese, el padre era algo más joven que su hijo. No entendía cómo podía ser posible eso o que tan misteriosa era la Fuerza, pero cuando Luke me dijo: - Anakin, es mi padre, en mi cabeza sonó -¡Oh dios! ¡Me he acostado con el hijo y ahora con su padre!

Todo encajó.

El parecido de ambos. Esos andares, la forma de pilotar, sus preciosos ojos azules como el mar, la voz grave y sexy que tenían...

Todo.

Uno, mi hombre.

El otro, mi príncipe.

Tampoco sabía en qué momento había llegado a pensar así de esa manera sobre ellos. Atrás había quedado la época en la que obedecía a Palpatine y hacia el mal por simple venganza al que mató a mi Maestro.

Nuestro. Que nos había entrenado a los tres.

Parecía que habían pasado años pero no, todo era muy reciente.

Se convirtió en un caos cuando el Luke Skywalker, en vez de darle yo caza, fue él, el que me atrapó... En todos los sentidos.

¿Y por qué no me dejaba de tonterías y aceptaba mis sentimientos, de una vez?

Estoy enamorada de Luke Skywalker.

¡¡Te amo Luke!!

Maldito idiota, no sé cómo te las apañaste, para hacer tuyo mi corazón.

Pero...¿qué pasaba con el chico de pelo rizado?

Para que mentir...

¡¡También te amo Anakin!!

Tuviste que aparecer así sin más en mi vida, empezar a compartir unas simples palabras contigo y ahora eres eso que no es mío y que tanto quiero.

Gilipollas yo. Un Jedi no debería sentir. Ni tener ningún tipo de lazo romántico con una persona. Aunque ya era tarde y más de una vez había quebrantando las normas... quería escuchar lo que mi corazón dictaba y de vez en cuando vociferaba:

Estoy loca por dos Caballeros Jedi.

-Enana... -. La voz ronca de Anakin me sacó de mis pensamientos. - Tengo que hacer algunas cosas, pero volveré tan rápido que no te dará tiempo a echarme de menos.

Hice un mohín cuando le vi agacharse para coger su ropa del suelo.

-Si no salimos de aquí, van a pensar que algo nos ha pasado -. Dijo Luke dejando un camino de besos por mi vientre.

Suspiré incorporándome.

Me apetecía pasarme lo que quedaba de día tumbada en la cama.

El olor del café hizo que fuese hasta la cocina donde Han, lo estaba sirviendo en unas tazas.

Esto queda entre NosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora