Capítulo XX

41 0 0
                                    

Entre personas mutiladas, los sables chocando unos contra otros o evitando que los disparos nos alcanzasen, cadáveres en el suelo, nuestras miradas se cruzaron durante unas milésimas de segundo, ahí se me pasó por la mente una de tantas locuras que había echo a lo largo de mi vida.

-¡Luke, cásate conmigo!

El aludido se giró a la vez que utilizaba la Fuerza para deshacerse de uno de los guardias del Emperador.

-¿Te parece un buen momento para iniciar una boda?
-El sitio me da igual. Sólo me importas tú.
-¿Te lo has pensado bien? No fui yo el que dijo que no era necesario casarse para que la gente supiera que se amaban, aparte de que a lo mejor no duran ni un año-Explicó con las mismas palabras que en su momento salieron de mi boca-¿Qué te ha echo cambiar de opinión?
-Tú, pequeño chantajista emocional.

Sus ojos azules transmitían la calma que en ese momento todos necesitábamos. Me sentía afortunada de poder contemplarlos teniendo en cuenta, la situación en la que nos encontrábamos.

-Es algo que llevo deseando bastante tiempo...-Sonrió- Siento que es una forma de completar este puzzle que tú y yo hemos ido construyendo poco a poco.

Me acerqué hasta quedar a centímetros de él, para clavar una rodilla en el suelo, le cogí de la mano izquierda, inspiré hondo:

-Luke Skywalker, ¿te quieres casar conmigo?
-Me lo tendré que pensar.
-¡Serás hijo de puta!
-Si quiero enana -. Se inclinó entrelazando sus brazos alrededor de mi cintura para morder ligeramente mi labio inferior.

Después nuestras lenguas iniciaron una batalla que si no llega a ser por los carraspoeos de Obi-Wan, no nos hubiéramos separado.

-¡Maestro, casanos! -. El tono de voz de Luke fue elevado, aunque cada uno estaba intentando salvar su vida como para preocuparse por lo que el joven Skywalker gritara.
-¿Qué? -. Obi-Wan se puso pálido.
-¡¿Quién mejor que tú para iniciar este bonito enlace?!
-Siento que ya he vivido esto...-.Murmuró-No sé si alguno se ha dado cuenta de que ¡soy un Jedi, no cura!
-¡Nos da igual! -. Dijimos al unísono.

Sin dejar de mover su espada láser-Hoy estamos reunidos para celebrar el matrimonio de esta dulce pareja-Se detuvo al ver nuestras expresiones-Nunca he echo este tipo de cosas ¡cambiarme la cara, qué os estáis casando!-Le dio una patada a uno y Anakin se encargó de rematarlo-Ahora esas palabras que se suelen decir los novios para hacer tiempo hasta la hora del banquete.

Fue entonces cuando todo a nuestro alrededor desapareció.

Sólo eramos él y yo.

-Yo, Luke, te tomo a tí, María, como mi legítima esposa. Para serte fiel, en la salud y en la enfermedad. En la riqueza y la pobreza. Tanto como dure mi existencia.

La última frase, que él añadió, hizo que mi corazón latiera desenfrenado.

Sí ya de por sí estaba bastante nerviosa, llegó mi turno, por lo que solo tuve que repetir pero con las manos temblorosas.

-Si nadie tiene intención de joder está boda y espero que así sea...-Amenazó observando a los yacían en el suelo-Yo os declaro, marido y mujer. ¡Ya puedes besar a la novia!

Fue algo único que marcó nuestras vidas.

Ahora ambos formábamos un todo, juntos, como así parecía haberlo tenido previsto el destino desde la primera vez que nos conocimos en Tatooine.

-Veo que no ha cambiado nada, Emperador-Anakin no se sorprendió al ver que este intentaba huir para salvar su pellejo.
-Has vuelto al lugar de donde te saque porque a nadie le importabas-Escupio con rabia consiguiendo que enfadar a Skywalker.

Esto queda entre NosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora