Capítulo XXIX

36 1 0
                                    

Narra Luke

-R2 me encontró y Luke se puso en contacto conmigo.-.Le dijo a un Anakin atónito-Tu hijo se parece mucho a tí, Maestro.
-Asi que de esto iba la vaina...

Nos sentamos en el césped; Anakin apoyó su espalda contra la corteza de un árbol.

-Lo siento por no habértelo contado antes, padre, pero quería que fuese una sorpresa.
-Me siento un idiota.-Nos lanzó una mirada fulminante-¿Cómo es que no sospeché en ningún momento a que veníamos a Shili?
-Me lo pusiste difícil.
-¿Tú vas a reconocer que te costaba obedecerme?-.Se dirigió a su Padawan.
-Maestro, hacía lo mismo que tú cuando el Consejo te daba alguna orden.
-Vaya explicación más pobre me das.
-¡Es la verdad! Cuando Obi-Wan le pedía que regresara a Coruscant, él se iba por ahí a explorar. En cambio si lo proponía yo, era una mala idea.
-Ella le contaba a todo el mundo lo que pensabas hacer. ¡Más de una vez se metía en líos por ello!
-Y luego aparecía Anakin para defenderme.-.Sonrió
-Porque estabas bajo mi responsabilidad, Sabionda.

Ella posó con suma delicadeza, como si lo que fuera a tocar estuviese echo de cristal fino, sobre el hombro de Anakin.

Él respondió a ese gesto, rodeándola con sus brazos.

-No he podido evitar pensar en los momentos que pasabamos juntos, Maestro.
-Yo también te he echado de menos, Ahsoka.
-¿Por qué solamente se le ha ocurrido a tu hijo buscarme?
-Es la prueba de que es más inteligente que yo.
-Me guíe por lo que creí que necesitabais y lo que mi corazón dictaba.-.Expresé en un tono bajo.
-A mí no se me hubiese ocurrido eso.
-¿Será que Anakin Skywalker carece de sentimientos?-.Inquirió Ahsoka.
-Si lo llego a saber me invento la historia-.Replicó-Murió en una explosión, quedando sus miembros por cualquier lado y la sangre pintando el suelo.
-¡Eso es muy macabro, padre!
-Me ha quedado genial-.Setenció.
-Una mentira como Tython de grande, Maestro.
-Lo sé, pero ahora mismo no estaríamos teniendo esta conversación.

Me puse de pie poniéndome enfrente de Anakin, ocupando su campo de visión.

-Una vez le preguntaste a Obi-Wan una cosa y ahora yo te la hago a tí-Frunció el ceño confuso-¿Te arrepientes de haberla elegido como tu Padawan?
-Sí.

Tanto Ahsoka como yo nos quedamos de piedra.

-Vivimos circunstancias que me hicieron reemplantearme que estaba haciendo con una niña a mí cargo cuando ni yo mismo sabía cuidarme-.Explicó.
-Aún así continúasteis juntos.
-Yo en cambio creo que no podría haber tenido mejor Maestro.
-No lo dudes nunca, Sabionda.

Ambos hacen un buen equipo.

En los siguientes días, Obi-Wan se puso en contacto conmigo, informándome siempre del estado de María.

El bebé, empezaba a notar mi ausencia y la de Anakin. Algo que, según el Maestro, enfadaba mucho al pequeño.

A pesar de no estar en el tercer trimestre de embarazo, cuando nuestro hijo se movía provocaba unos dolores terribles a la madre, dejándo al obstetra sin opciones sobre que medicamentos darle.

Aunque siendo sinceros, no me hacía gracia que los tomase. Ya que había leído que no era bueno para el bebé. Sólo que esto no se lo había contando a María, cada vez que mencionaba algo me llamaba hipocondríaco, provocando así una discusión.

Tampoco nada sano.

Antes de marcharme, dejé claro a 3PO que alimentos quería que le diese a María.

Por lo que no estaba muy seguro de si me caería bronca en cuanto llegase a casa.

-Intentas meditar pero tu mente está intranquila.

Esto queda entre NosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora