RAMÉ

4 "CADA DÍA DE MI VIDA"

PV ADRIK: 

Estábamos dirigiéndonos en este momento hacia la empresa Rusu-Clarke para comenzar con negocios.

- ¿Creen qué ella este ahí? - pregunta Eloah

- No lo sé, recuerden que es fin de semana, tal vez lo esté o no - dice Dillion mientras revisa su celular

- ¿Están seguros de que la quieren a su lado? - pregunto haciendo que todos me volteen a ver

- Lo estoy, tú no - dice Dillion serio mirándome

- Ellos aun no lo asimilan Dillion, aun no la conocen por eso es que están un poco nerviosos - dice Hans tratando de controlar la situación

- Como sabremos si no es igual a Bárbara - dice Lando mirando a Dillion, Hans y Cassius

- Ella no lo es - asegura Cass serio mirando a la ventana

Sabía que el jamás se equivoca, por algo fue que él no quiso participar con nuestra relación con aquella mujer hace unos años atrás.

- Cass jamás se equivoca, solo den la oportunidad de conocerla - dice Hans

- Bien, ya veremos esto en otro momento - digo cuando la camioneta se detiene y comenzamos a bajar uno por uno

Caminamos hacia la entrada del gran edificio bajo la atenta mirada de las personas a nuestro alrededor, no sabía lo que nos esperaba ahí dentro, pero por alguna razón sentía que saldría de ahí con algo que me haría feliz y con una sensación de jamás querer separarme a todo lo que estuviera relacionado con el apellido Clarke.

- Señores Callen bienvenidos - dice la secretaria de Maximiliano Clarke que nos esperaba en la recepción

- Gracias, esperamos no llegar tarde - dice Eloah

- Claro que no, síganme los llevare a la sala de juntas e informare a el señor Clarke que se encuentran aquí - dice sonriéndonos y nos dirige hacia el elevador donde subimos y después nos dirigimos hacia la que es la sala de juntas dejándonos solos

- Me gusta - dice Hans mirando desde los ventanales que dan a toda la ciudad

- No Lian ya te dije que no pienso ir a esa fiesta - escuchamos una voz tras nosotros así que cuando volteamos veo a una pequeña rubia caminar hacia la gran mesa donde se encuentran una bolsa y porta planos sin darse cuenta de nuestra presencia cosa que me hace gracia al ver como hace gestos de disgusto al hablar por teléfono

- Al parecer la pequeña rubia no nos ha visto - dice Lando sonriendo

- No, no pienso salir con nadie, no quiero a ningún púberto pervertido a mi lado - dice ella y por alguna razón me molesta que alguien más este con ella

- Amor - dice Hans y puedo ver como ella se tensa para después dar la vuelta y mirarnos sorprendida y avergonzada con las mejillas rojas, pero yo no puedo dejar de ver el escote de su traje, como era posible que no trajera nada debajo de ese saco? Eso merecía un castigo, ella no podía hacer eso y menos si ninguno de nosotros se encontraba con ella para evitar que alguien se acercara a ella o le dijera alguna idiotez

- Lian te marco después - dice ella y cuelga rápidamente para mirarnos a todos con nervios

- Princesa - dice Dillion acercándose a ella para estrecharla en sus brazos

-¿Qué hacen aquí? - pregunta muy bajo, pero a pesar de ello logro escuchar su delicada voz y eso hace que todo mi cuerpo comience a molestarme

- Tenemos una junta con tu padre - dice Cassius acercándose para besar su frente

- Amor ellos son Adrik - dice Hans señalándome y me acerco a ella para tomar su pequeña mano y dejar un beso en ella haciendo que sus mejillas se sonrojen

- Es un placer al fin conocerte Pequeña - digo y no se en que momento esa palabra sale de mi boca, pero no puedo dejar de ver esos preciosos ojos que me reflejan su total inocencia, tranquilidad, pureza e ingenuidad ¿Dónde demonios se encontró todo este tiempo?

- El placer es mío Adrik - dice ella acercándose, dejando un beso en mi mejilla y entonces es cuando ya no hay vuelta atrás, acabo de caer por esta pequeña niña, acaba de ganar cada día de mi vida a su lado, mi amor y mi fortuna. Y sé que tanto Eloah como Lando se encuentran igual que yo cuando ella simplemente los mira con una sonrisa cuando Hans se encarga de presentarlos

Solo una mirada, una mirada basta para que mirara el infinito dentro de sus pupilas, el tiempo se detuvo en el momento que sonrío, solo eso basto para que supiera que quería a esa pequeña de rubios cabellos para toda la eternidad.