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N.O

Era el mediodía del Sábado y las plebes se encontraban acostadas en la cama del cuarto principal del yate, estaban pensando si aceptar la invitación que les había propuesto los chapitos de ir al cumpleaños de las gemelas, ellas al principio lo rechazaron y ellos se tuvieron que ir para llegar a la fiesta con sus esposas al final optaron por ir a la fiesta de las gemelas pero primero ir al mall a comprar que ponerse.

- Si esta asesina va, yo no voy al mismo sitio.

- Ay si, fíjate cuantas ganas tengo de ir a esa dichosa fiesta y peor ir de Mall con esta calor.

- ¿Entonces para que vas? Ni vas a poder irte con Alfredo porque va a estar su esposa, por si ese es tu plan - Akasya miró mal a Désiré, que le estaba sonriendo con burla - Dime algo ¿Qué se siente saber que vas a tener que estar en el mismo lugar con la esposa del hombre con el que te acostaste?

- ¿Mucha envidia? Digo porque parece que te arde mucho ¿O qué, te gusta Alfredo? Por mi quedatelo.

- ¡Ya no peleen! - exclamó Negis, ambas se callaron.

- Yo no necesito ir a ningún Mall, tengo mucha ropa en mi casa, así que no te preocupes Désiré, no me vas a tener que ver la cara hasta la fiesta - dijo Akasya, levantándose - Melissa ¿Te vas a poder cuidar sola? Yo ya me regreso, no sé si te quieres venir conmigo o te quedas, es tu decisión - Melissa lo pensó por un momento, momento en que Akasya aprovechó para recoger sus cosas, antes de irse.

- Me voy contigo - respondió y Akasya asintió.

- Vámonos pues - con eso ellas se fueron. Y las demás salieron más al rato para irse al Mall.

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Negis

Mi hermana y Akasya se fueron a la casa mientras que yo me fui con las demás chicas al Mall, anduvimos por muchas tiendas cada una escogió lo que se pondría para la fiesta, nadie escogió nada extravagante pues era una fiesta de niños y no queríamos vernos muy cargadas con la ropa, yo opté por un vestido pegado un poco largo, color negro, una bolsa Zara y unos tenis blancos, mientras que a mi hermana le lleve un vestido color café claro, era realmente bello el vestido.

-A donde más vamos- dije mirando a las demás.

-Ya terminamos las compras, nos vemos todas aquí en la plaza para irnos- dijo una de ellas.

Después de eso salí con las bolsas de las compras para irme hacia la casa, en el camino iba pensando en todo lo que había pasado en estos días, era de locos lo que había pasado.

-Meli ya llegue- dije entrando a la casa.

No obtuve respuesta así que subí a la habitación de mi hermana quien estaba mirando el televisor.

-Aquí está tu vestido- dije dándole las bolsas de lo que compré.

-Gracias- dijo tomando las bolsas.

-Pruébatelo y me dices si te gusta- dije sentándome en la cama.

-Okey- dijo mientras tomaba sus cosas y se iba al baño.

Miré como ella entraba al baño mientras yo estaba en el celular, después de un rato salió y se miraba realmente hermosa, pues la verdad es que si se escoger ropa.

-Te vez divina- dije mientras la miraba.

-Gracias- dijo sonriendo y mirándose en el espejo.

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Ya estábamos todas listas y solo faltaba que viniera el “pistolero” por nosotras, tome mi bolsa y después mi teléfono para llamarle.

-Llamada-

-Que pasó mi pollita- dijo la voz del “pistolero”.

-Hola, puedes venir por nosotras ya estamos listas- dijo teniendo paciencia.

-Ahorita le llegue pollita- dijo riendo.

Sin más colgué la llamada y después le mande mensaje a la persona que estaba cuidando de los caballos mientras no los llevábamos al rancho.

-Hermana ya llegó tu “pistolero”- dijo Melissa mirando por la ventana.

Y sin más salimos de la casa y subimos a la camioneta, di la orden de que las personas que tenían los caballos nos siguieran para que los puedan llevar al rancho, en el camino venía platicando con el “pistolero” sin estar peleando, me di cuenta que a pesar de todo no es tan malo como yo creía.

-Ya llegamos- dijo abriéndonos la puerta de la camioneta- dijo el “pistolero”

Todas bajamos y empezamos a caminar hacia donde estaba la fiesta, los caballos te Ian unos grandes moños y los había dejado un con el cuidador en lo que entregábamos los regalos. Nos detuvimos cerca de la mesa donde estaba el pastel, miré a una mujer bonita quien se acerco a nosotros.

-Mi amor te tengo que dar una noticia- dijo la mujer tomando de la mano al “pistolero”.

Yo solamente alce una ceja y con los brazos cruzados miraba con atención lo que estaba pasando.

-Vamos hacer papás- dijo la mujer mientras se levantaba levemente la blusa y lo besaba.

Yo con algunas lágrimas en los ojos negué, mi hermana solamente me miró y después me abrazo, sentí una gran decepción pero que podía hacer no somos ni seremos nada.




Yo con algunas lágrimas en los ojos negué, mi hermana solamente me miró y después me abrazo, sentí una gran decepción pero que podía hacer no somos ni seremos nada

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𝐈𝐍𝐌𝐀𝐑𝐂𝐄𝐒𝐈𝐁𝐋𝐄(CDS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora