Un mundo donde gobierna lo normal, ese es mi mundo, tú mundo.
Un mundo totalmente diferente donde gobierna lo insólito, dónde la magia es posible y el engaño sucede hasta de la persona en quien más confías.
Son dos mundos diferentes en los cuales...
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Apenas mis ojos cruzaron con los de Agus el bajó la cabeza triste y sin decir una palabra se fué.
Intenté alcanzarle pero todos nos estaban observando a los dos y dejar a Zeyn ahí mientras yo iba a perseguir a otro no sería algo favorable para ninguno de los dos. Esperé un poco más y ya cansada le pedí a Zeyn que me llevara a casa, el aceptó y en mi camino percibí algo curioso. Todos en Finderglan volaban y el único que no lo hacía era Zeyn.
--Zeyn-- hablo captando su atención --¿Puedo hacerte una pregunta?-- cuestiono mirándole.
--Por supuesto, las que usted deseé-- dice contento caminando a mi lado.
--¿Por qué no vuelas? He visto a todos por aquí y tú eres el único que no lo hace. Incluso tienes alas-- digo puesto que Zeyn también tiene alas.
Siempre las oculta con su capa blanca que suele ponerse pero he notado que si tiene, hace un momento cuando se quitó la capa para ponerse el abrigo yo ví sus alas. Es ilógico que él no lo haga.
--Puedo notar que es curiosa, señorita Edevane-- dice observando a nuestro alrededor, con más especificación las personas que vuelan --No me molesta puesto que le he dicho que no quiero que se haga farsas ilusiones con mi mundo y lo que no es-- susurra mientras ambos subimos por una pendiente un poco alta.
>>Hace unos años, cuando mi hermana Mirabela apenas y tenía unos años, mi madre había decidido festejar su cuarto cumpleaños en el bosque, ese día prometía ser un cumpleaños agradable, había despertado con los rayos de sol y el clima era más que favorable. Pero al pasar las horas algo sucedió, apenas mi madre nos había dejado por un dolor de cabeza cuando de repente un muto apareció y quiso comerse a mi hermana, en realidad logró comerse sus alas y antes de que llegase a ella yo hice lo mismo que usted<<
--le distragiste-- susurro recordando ese horrible día con el muto tirando sangre por su boca.
--Sujeté una espada y al verle distraido se la clavé en el pie, eso hizo que la soltara y también me dió tiempo para cargarla y alejarla de ahí. Corrí lo más que pude, recuerdo haber puesto a mi hermana a salvo pero al regresar por mi madre el muto me sorprendió tomándome entre sus manos y me arrojó a una roca donde quebró mis alas--
Por alguna razón siento que esto que está contando le es difícil y no sé que hacer, si le interrumpo Podría molestarse puesto que me está contando algo importante y solo quedaría como una mal educada pero si sigue narrando temo por su salud y lo mal que Podría empeorar.
--Pero tus alas están bien-- susurro sin comprender.
--Claro, el tratamiento por mis alas fracturadas fue doloroso pero logré sanar. Sin embargo desde aquel día no he hecho el intento de volver a hacerlo--
--¿Que pasó con tu madre?--
--El muto se marchó y apenas se fué, mi madre mandó a la guardia real a matarle. Perdimos varios soldados y ninguno logró acabar con él--
