Un mundo donde gobierna lo normal, ese es mi mundo, tú mundo.
Un mundo totalmente diferente donde gobierna lo insólito, dónde la magia es posible y el engaño sucede hasta de la persona en quien más confías.
Son dos mundos diferentes en los cuales...
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—¿Ali en verdad eres tú?— me vuelve a preguntar bastante sorprendido.
—Debo aceptar que ese uniforme te queda bien— trato de hacerlo reír aunque en realidad el parece más asustado que emocionado.
Ya es muy diferente a como yo lo conocí, no reconozco a la persona que está enfrente mío.
—Pero......... no entiendo que haces aquí— suelta mirándome de arriba abajo
—JAJAJA— me da risa las expresiones de su rostro, es una de las tantas expresiones que extrañaba —te eché mucho de menos Agus— le digo lanzandome a el dándole un fuerte abrazo.
Siempre tengo que colocarme de puntitas por que él siempre ha sido más alto que yo, y ha decir verdad ahora está más alto que yo, le calculo más o menos a el 1.80 y yo 1.60.
—Pero........— no sabe que decir, no se explica cómo yo estoy frente a él.
Lo que me entristece es que él no aceptó mi abrazo, ni siquiera se molestó en abrazarme, sólo se quedó recto esperando a que yo me separara de el.
—Soy yo Agus, soy Ali ¿enserio no reconoces a tu mejor amiga?— le pregunto separándome de él.
—Tu no eres Ali— suelta con un semblante serio, y con los brazos en jarras.
¿Que?
—Pero..........—
—Lo ven, no había necesidad de que me mintieran, el mismo Agustín niega ser amigo de ella ¿no es así?— se acerca la tal Surinam a nosotros y más específicamente a Agus.
A ella no la apartó.......
—Jamás hé visto a esta chica—
—Agus..........—
—Bien, asunto arreglado, Dimitri sólo debiste haberme dicho que ellos querían conocerme y con gusto hubiera aceptado, no había necesidad de llegar a todo esto—
—Pero.........— ni siquiera él se explica lo que acaba de suceder.
—Lamentamos haberla molestado, nosotros ya nos vamos— suelto algo apresurada mirando a los demás tratando de sonreirles aunque lo único que logro hacer es una mueca.
—No que vá, quédense, de todas maneras Dimitri y yo tenemos asuntos de que hablar, los invito a desayunar—
—Pero......— susurro para mi misma observando que la reina Surinam se aleja de mí seguido de los demás.
—No podemos rechazar una invitación de su majestad ¿no lo creés Monse?— se acerca a mi Cheryl rodeándo su brazo a mi hombro obligando a mi cuerpo a seguir a los demás —al menos así tenemos tiempo de saber que le sucede— me susurra observando que Agus sólo me mira sin apartar la mirada de mí.
