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Finalmente el viernes llegó.

Para Jungkook decir que se sentía nervioso era poco, el menor era todo un manojo de nervios incontrolables. Se había tomado una ducha y ahora se encontraba eligiendo su atuendo para la ocasión. No quería verse tan arreglado pero tampoco tan informal dado que era la primera vez que vería al padre del rubio y por alguna extraña razón quería darle una buena impresión a este.

Se coloco entonces un pantalón de mezclilla negro junto a un cinturón, una camisa de vestir manga larga negra con puntos blancos con los dos primeros botones desabotonados. Alboroto su cabello con la mano dándole un aspecto sexy y despreocupado, se coloco unos pendientes, sombra de ojos café y un bálsamo del color de sus labios para darles una tonalidad más viva y apetecible.

Se colocó también un poco de su perfume favorito, ese que parecía encantarle en demasía a su profesor. Sonrió satisfecho con el resultado y bajó a la cocina donde se encontraba su mamá.

— Mamá, estoy listo. — dijo.

La pelinegra salió de la cocina sonriente.

— Mi pequeño luces tan guapo, estoy segura que llamaras la atención de más de una chica en el lugar.

— Ya mamá, no empieces. — dijo sonrojado.

La mujer sonrió y tomó las llaves del auto para dirigirse hasta este. Ambos entraron y pronto tomaron camino rumbo a casa del rubio.

— Así que, ¿estos trabajos extras te ayudaran con tu calificación final? — menciono Mi Rae a medio camino.

Jungkook la miró de reojo, si su madre le cuestionaba acerca de esos "trabajos extras" significaba que no le había creído del todo.

— Si, ya te lo había dicho. — contestó simple y la mujer asintió con lentitud.

— ¿Tú y quienes más?

— Pues... no los conozco realmente, son de otros grupos. — mintió. — De mi salón solo soy yo.

— Ya veo. — dijo dando por terminada la plática.

Mientras más se acercaban a la casa del rubio más ansioso se sentía. Reviso el reloj viendo que llevaba cinco minutos de retraso. Suspiró mirando por la ventana y desabrochó su cinturón de seguridad.

— Déjame aquí. — pidió firme.

La pelinegra lo miró con el ceño fruncido. Sospechaba desde hacía tiempo que algo extraño pasaba entre su hijo y aquel profesor, desde las primeras tutorias que este le daba a su hijo, pero no sabía con exactitud lo que era.

— ¿Por qué aquí? Es más fácil dejarte en la entrada para que no camines.

— Es que todos mis compañeros van a llegar solos y... me da pena que me vean llegando con mi mamá.

Mi Rae suspiro y detuvo el coche.

— Entiendo. Entonces no entiendo porque me pediste que te trajera pudiendo tomar el autobús.

— No tenía lo del pasaje. — murmuró apenado, se había gastado el dinero comprándole un pequeño obsequio al mayor pero no podía decirle eso a su madre. Mi Rae volvió a asentir con lentitud, no le creía ni una sola palabra a su hijo y sus nervios lo delataban. — Gracias por traerme mamá, te llamaré cuando acabemos para que vengas por mi. — le dijo depositando un beso en la mejilla de su progenitora, después bajo del auto y camino las pocas casas que quedaban para llegar hacía la del mayor.

Llegó a la puerta e inhalo profundo agarrando valor, sus nervios no desaparecían por más que tratara de alejarlos.

— Puedes hacerlo Jungkook, después de esto todo se habrá terminado y justo eso es lo que quieres. —se murmuro a si mismo y con el valor que logró reunir toco el timbre.

🌹𒆜  𝑀𝓎 𝓉𝑒𝒶𝒸𝒽𝑒𝓇 🌹𒆜 || Kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora