Maestra Luisa

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Estaba la maestra Luisa
Sentada en su escritorio
Con una cara muy confunsa
Pues no encontraba su directorio.

Necesitaba hacer una llamada
Porque la muy despistada,
Olvidó la celebración del día de muertos.
A sus alumnos no organizó
Y nada de ofrenda preparó.

De pronto llegó la calaca
Muy flaca y con resaca
¡Luisa! ¡Luisa! Pasame una naranja
La maestra muy asustada le contestó
Discúlpame huesudita
Pero es que no tengo ni una naranjita
No pude preparar nada
Es que no se me da eso de la cosinada

¡Ay, condenada chamaca!
Ahora, ¿Cómo me quitaré la resaca?
Andale, agarra tus cosas
Que nos vamos para el panteón
Le jaló el pelo, y le dió un coscorrón

En un cambio de dimensión en el panteón estaba
Con una lapida en su espalda
Que fue el castigo de la calaca
Por no ayudarle con su resaca.

Calaveritas literariasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora