Hay calaveras de azúcar,
calaveras de amaranto,
pero ninguna con tan buen porte
como la que a la hora de tu muerte
viene a visitarte.
Con largo vestido negro
grandes flores pintadas
Por ojos un par de lentejuelas
y por cabello pétalos de rosas.
Tacones anchos calza
y maquillaje ostentoso que realza.
Manos flacas y esqueléticas
que te tomaran de las muñecas.
Más miedo no debes tener
porque no te podrás defender.
Mejor invítale un café
y puede que te lleve con calé.
Para que te enseñe un nuevo rito
que habrá de llevarte al infinito.

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Calaveritas literarias
PoetryLes comparto una serie de rimas divertidas y nostálgicas referentes a la tradición mexicana del día de todos los Santos.