Calaveritas literarias

Día De Muertos A Lo lejos

Estaba Rebeca en su asiento de avión
Al fin iba a dar el salto de país en país
Era tiempo de expandir su raíz.

De vivir en Quebrantadero
Un pueblito en Morelos
Al sur de México
Iba a irse al otro lado del abrebadero
Estaría entre americanos
Ya no sería más parte de su bello Morelos

Lo hizo antes de que Octubre llegará
Y con mucha nostalgia
Dejó su cámara apagada
No soportaba ver
Como las ofrendas se expandían
Y en su calle,
Ni una velita ofrecían

Una noche, fría de aquel otoño que atravesaba
La calaca se le apareció
Con una capa fina
Y una veladora de parafina
-¿Con que extrañando el olor a cempasúchil?
Le dijo la flaca mirandola de pies a cabeza
Mientras sonaba música de orquesta.

- Si, aquí puras calabazas
Y sembradíos de maíz
No me siento como en mi raíz
Las siembras solo son laberintos
Y no veo a mis tíos
Poner las velas
No me llega el aroma a insienso
No se pone el aire denso

- ¡Venga! le dijo la huesuda
Y de una inhalada estaba en el panteón
Mirando a través de un pabellón
Miraba a su abuelita
Poniendo las calabacitas
A su hermana pintando calaveritas
Y a su hermano tocando unos sones

Rebe los miraba con ojos tristones
Pero con el corazón gozoso
Con la muerte brindó
Y de otro soplo
Al otoño regresó

- No te olvides de tus tradiciones,
Que mientras tu las guardes
No hay forma de que los recuerdos
De los que ya me llevé erosionen.

Rebeca con una sonriesa traviesa
Le quitó de su vestido una pieza
Pensando así que de otro soplido
A México volvería
A su familia ofrendaría
Y todo sería como siempre
Un reencuentro
Con los que estan brillando en otro entorno

La muerte se lo concedió
Y en cada día de muertos
De un chispaso
Ella regresa a ver a sus seres queridos
Aquellos ya difuntos
Para abrazarlos y ofrendarlos
Tal y como lo hacen sus paisanos.