Estaba Gomelo ladrando en el portón
a un señor muy panzón.
No le ladraba porque era feo
Si no porque venía del inframundo
con un olor nauseabundo.
Gomelo sus garras afilaba
porque la muerte le flanqueaba.
El señor quería entrar
y su collar retirar.
La muerte por su parte
solo quería juguetear.
Muy enojada Monse salió
al rescate de su perrijo.
- ¡ A mi Gomelo no te vas a llevar!
Le gritaba a la huesuda
que parecía desnuda.
- ¡Yo no quiero a Gomelo!
Le gritaba la parca
- Yo vine por don Marcelo.
De Gomelo solo quería su pancita acariciar.
Pero ahora por agresiva te voy a desgreñar.
La pelea comenzó
Monse un hueso le arrancó
y la calaca se desvaneció.
Sin embargo, la calaca furiosa estaba
porque Monse no le agardaba.
Desistió de llevarse a Marcelo
y optó por Gomelo.
Monse se interpuso.
De un golpe brusco
las puertas del inframundo abrió.
Y de regreso los echó.
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Calaveritas literarias
PoesiaLes comparto una serie de rimas divertidas y nostálgicas referentes a la tradición mexicana del día de todos los Santos.