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Los días siguieron continuando hasta que estos se volvieron semanas, semanas las cuales algunas fueron buena y otras no tanto. Era una adaptación a una nueva vida un poco turbia.

YeonJun se sentía completamente agradecido por la cálida familia Choi, no podía negar que los tres hacían de su estancia más acogedora, pero había algo que le seguía inquietando.
Algo que le hacía levantarse todas las madrugadas a ver el vacío por la ventana y formularse preguntas sin respuestas, problemas sin soluciones.

No sabía que era lo que le pasaba y eso le estaba carcomiendo por dentro, sentía que iba a perder la cabeza si seguía con tantos desvelos y sueños a medio completar, sentía que no podía más.
El tiempo parecía irse en su contra pues un día estaba apenas en sus primeros exámenes parciales y para el otro ya tenía que ir a sacar una ficha para la universidad.

Universidad.

¿Qué se supone que iba a hacer con la universidad?

Sus resultados en los exámenes previos habían sido lo suficientemente buenos como para poder pelear un lugar en la que él quisiera pero ¿Valía la pena?
No quería meterse a la más fácil y que menos horas le diera para poder trabajar y pagarsela si al final tendría que dejarla por no tener tiempo para hacer los trabajos o siquiera aprender algo ¿Entonces, que caso tenía?
Y de verdad deseaba con todo su ser ir a la misma que Soobin, minimo así podrían compartir la renta en algún bloque de departamentos para estudiantes.

—Mamá ayer me enseñó unos folletos de lugares para rentar cerca —Informó SooBin, siendo referente a la universidad. Sin embargo YeonJun no pareció siquiera escucharlo—. ¿Hyung?

—¿Ah? —Se despabiló dejando su vista de la ventana y enfocandola solo en su novio—. ¿Qué decías?

—Departamento. Cerca. Universidad —Explicó en medio de una risa al resumir lo más posible y que un perdido YeonJun pudiera entenderle.

—Oh, ya veo. Me parece genial, amor —Sonrió y volvió a su cuaderno, no tenían nada que escribir, pues era una hora libre, pero el de trenzas se las ingenió.

—¿Qué te pasa, Hyung? Llevas días que pareces perdido, desconectado
—Acarició los cabellos de su novio con delicadeza, suave cariño en cada toque—. ¿Hice algo malo?

Rápidamente YeonJun negó.

—Claro que no ¿Como podrías? —Se acercó a dejar un corto beso en su mejilla, por el cual SooBin se sonrojó un poco— Es solo... No lo sé.

—¿Qué no sabes?

—Que hacer con mi vida, con la universidad, con todo.

SooBin torció los labios en una mueca buscando alguna respuesta que lo pudiera tranquilizar, lamentablemente no encontró muchas.

—Ya te dije que por el dinero no te preocupes y si aun sigues con el trabajo, puedes trabajar solo unas cuatro horas. Tu preparación es primero, así como tu felicidad.

YeonJun negó con fastidio y acompañado con un pequeño golpe sobre la mesa, que personifico la frustración dentro de él.

—No es sólo eso SooBin, es ¿Que voy a hacer con mi vida? ¿Qué se supone que debo estudiar? No estoy en posición de desperdiciar una matrícula para al final estar cambiando de carrera cada cinco minutos. Es sobre ti ¿Cómo se supone que acepte el dinero de tu madre así como así? Ella no tiene ninguna responsabilidad conmigo, me siento un ingrato viviendo bajo su techo ahora y no pagarle de vuelta de ninguna manera.

Soobin pudo ver el miedo a través de los cristalinos ojos de YeonJun, aquéllos que le miraban fijamente en espera de auxilio, pues se sentía que se iba a ahogar en un mar de pensamientos y ahí fue donde entendió que más qué frustración, YeonJun estaba metido en un gran temor.

Roller Coaster |SooJun|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora