Ｒｏｌｌｅｒ Ｃｏａｓｔｅｒ |SooJun|

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"Cálmate Choi SooBin solo estaba jugando ¿Cierto?
Él es coqueto, él es pesado y solo te estaba jugando una broma, si eso.
No hay manera que quiera acortejarme y menos tan descaradamente, no me tengo que preocupar ¿Verdad?
Y en todo caso, tú no eres gay así que no pasará nada...¡Ah! ¡¿Entonces por qué me preocupo tanto?!

—Ah...—Expreso frustrado mientras revolvía sus cabellos, por alguna razón toda aquella situación en los baños lo seguía poniendo nervioso.

"Si sigue coqueteando solo aléjate de él unos días y se la pasará, y luego podrán empezar de nuevo.
Si haré eso."

Suspiró mientras asentía tratando de tranquilizarse así mismo y a su vez, guardaba los libros que no necesitaba llevarse a casa ese día en su casillero.
Entonces cerró la pequeña puerta dispuesto a irse lo más pronto posible.

Pero no esperaba que al cerrarla el cuerpo de YeonJun le esperaría a un lado con una ladina sonrisa.

—¡Eish! —Exclamó después de llevarse un gran susto— Me espantas.

El de trencitas soltó una pequeña risa— ¿Que harás después de aquí?

—Ir a casa —Dijo sin más y empezó a caminar pasándole por un lado, sin embargo el de menor estatura no se rindió y le abrazó por los hombros mientras ambos seguían caminando.— Sé lo que tratas de hacer, no funcionará conquistarme fuera de la escuela.

—Ah... SooBin¿Cuando dije que quería algo como eso? —Nego caminando aún con una gran juguetona sonrisa— Yo solo me preguntaba si mi buen y apuesto compañero quería ir a otra parte que no fuera casa después de la escuela ¿No quieres?

—Yo no creo que sea buena...—Le interrumpió la pronta y ruda lejanía del cuerpo contrario.

Y es que de repente, un chico ajeno de su conocimiento tomó a YeonJun lejos de ahí y sin explicar más que un...

— Lo siento, pero debo hablar con él ¡Gracias!

Volteó a verlos y era claro que YeonJun quería volver con él, pero aquella otra persona seguía insistiendo en que no.

Se alzó de hombros.

"No es mi asunto" Pensó y finalmente fue a casa.

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Tal parece que aquel chico lo último que quería era hablar con YeonJun, y es que le había llevado a los baños para preguntarle una y otra vez sí SooBin iba a decirle a alguien sobre lo que vió en el receso.

Sí, aquel joven era el mismo de la mañana.

El de cabellos cherrys le aclaró que no tenía por qué preocuparse, sin embargo el contrario no parecía complacido y entonces la irá se apoderó de él.
Empezó a culpar al de trencitas por exponerlo de esa manera y poner en riesgo su reputación.

— ¿Qué voy a hacer si se enteran que estuve con un maricon como tú? ¡Eh!

Le decía con mano alzada y el pobre trataba de cubrirse de un posible golpe que, eventualmente llegó.
La serie de constantes golpes a su anatomía era justificada por temores estúpidos de quién le golpeaba, e incluso por no haberlo satisfacido completamente.

Y aunque YeonJun trató de defenderse, fue inútil; Aquél otro chico le ganaba en tamaño y fuerza.

Para cuando fueron suficientes golpes y se había quedado solo en los baños, la escuela ya estaba completamente sola de igual manera.
Con su cuerpo y cara adoloridos se dirigió en busca de su mochila a su propio casillero, una vez lo abrió se vió en el pequeño espejo que tenía ahí.