Kyojuro

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Dolor, negro, el sentir de sus sangre a cada respiración , voces a lo lejos, algunos llorando otros solo diciendo palabras que no podía llegar a entender por completo, sintió unas manos que de manera desesperada intentaban cerrar su herida, era notorio que no lo podría lograr.
Vio el rostro de su madre, la herida en su estomago era demasiado grande para que la pudiera cerrar con la respiración de concentración y cualquier esfuerzo seria en vano, moriría, de eso esta seguro.

Su padre siempre tuvo razón, nunca llegaría a nada, protegió el tren , nadie murió , excepto él, eso lo hizo sonreír, pensar en dar la vida para proteger a tantas, ¿ su madre estaría orgullosa?.

Olió aroma familiar, eran flores de glicinia, ¿Kanae lo estaría esperando junto a su madre?, la chica siempre sonreía, teniendo la ilusión de poder ser amiga de los demonios, siempre fue muy ilusa, su sonrisa que hacia parecer que todo tenia sentido, la calma que tenia el estar cerca de ella, solo la vio un par de veces y eso basto para caer en una especie de enamoramiento, no podía culpar a Sanemi por sus sentimientos, influencio tanto a todos en la finca mariposa, sobre todo a su hermana menor que soñaba con ser igual a ella.

Senjuro. recordó, ¿Senjuro intentaría ser igual que él?, como Shinobu intento ser una copia de Kanae, nunca dejando que esa perfecta mascara cayera, No, no podía dejar que el amable corazón de su hermano viera lo que era pertenecer al cuerpo de los caza demonios.

Su madre entendería que aun tenia que protegerlo, Kanae sabría lo que es proteger a tu hermano menor de tus errores, no, aun no podía morir. No hasta que Muzan hubiera muerto, no, hasta que la luna superior numero tres dejara de ser un peligro.

Y si Kyojuro tenia oportunidad de vivir la tomaría.

El fuerte tiene que proteger al débil.

cuando consiguió abrir un ojo pudo ver un techo que le era terriblemente familiar, tantas veces en esa misma situación,tantos amigos que había perdido

-hermano-escucho a su lado la voz de su hermano, su voz sonaba entrecortada, lo mas seguro que estuvo llorando, Senjuro no se merecía eso.

No recordaba que abrir los ojos costara tanto trabajo, ¿por que no podía abrir un ojo?, no recordaba que la respiración de concentración fuera tan difícil de mantener, tal vez si era un inútil. Sonrió intentando calmar a su hermano menor.

-¡Lamento estar tanto tiempo indispuesto, si los demás pilares me vieran, seguramente se burlarían de mi!- intento levantarse, pero el simple hecho de querer moverse le causo un terrible dolor, esto no era normal.

-hermano tienes que estar quieto, la señorita Shinobu dijo que con suerte pudiste sobrevivir-explico Senjuro acercándose mas, intentando que no hiciera ningún movimiento brusco.

tuvo suerte al sobrevivir, eso era verdad, no entendía como pudo vivir si el puño de la luna superior lo atravesó, ¿por que no podía abrir su ojo?, la batalla fue difícil, ese demonio era mucho mas fuerte que cualquiera con el que hubiera peleado antes, golpes, cortes , sangre, esa risa que dudaba poder olvidar en algún momento, como escucho su nombre ser pronunciado por ese monstruo como si fuera algo divertido.

El sol saliendo, su madre observándolo, las lágrimas del joven Kamado, dijo sus ultimas palabras pidiéndole que hablara con su padre y su hermano, promesa que ya no seria necesaria.
Senjuro estaba solo, eso quería decir que seguía siendo ( en el mejor de los casos) invisible para su padre. Si era su destino morir en el tren su madre tenia otros planes para él, todavía podía ir con los pilares, apenas se recuperara por completo, unos meses a lo mucho y volvería al campo.

¿Por que no podía abrir su ojo?

El aroma de la luna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora