Kyojuro

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El día era soleado, las flores parecían seguir el curso de la naturaleza, pronto llegaría el otoño y con ello las flores se marchitarían y caerían, pero por ahora algunas flores que no habían crecido lo suficiente en primavera seguían abriéndose a los ojos de quien las observara con la suficiente atención, el canto de las cigarras se hacia presente y con ello el calor del verano.

Kyojuro siempre prefirió los climas cálidos, nunca supo el porque, tal vez porque su madre murió en Invierno o el frío que podía sentir en sus huesos cuando hablaba con su padre desde ese momento, nunca entendió bien lo que había pasado para que su padre cambiara otra cosa que nunca les contó ni a él ni a Senjuro.La casa Rengoku en muchas ocasiones parecía un campo de guerra donde ningún lado seria el campeón, nada comparado con la finca mariposa, donde todo parecía tener su lugar y todo parecía ser un lugar pacifico.

-Kyojuro, es un placer tenerte de visita-dijo Shinobu, para Kyojuro era gracioso ver como, incluso sonriendo Shinobu parecía tener un perpetuo seño fruncido.

-Hola Shinobu-dijo Kyojuro sonriendo de oreja a oreja.

-Tu padre no esta aquí, creo que no a terminado su misión- dijo Shinobu ofreciéndole pasar a la finca.

-No vengo por eso, vengo buscando a tu hermana- dijo Kyojuro, estaba algo ruborizado, siempre estaba algo nervioso cuando iba a la finca mariposa, a veces por la salud de su padre cuando mandaba a un cuervo diciendo que estaba herido, pero otras veces como en estas ocasiones por ir a ver a Kanae.

-Kanae, esta cuidando a nuestra otra hermana.

-¿Otra hermana?- pregunto Kyojuro – creí que sus padres ...

-Si, es nuestra nueva hermana adoptiva, Kanae te puede contar más- dijo Shinobu, sonaba algo cansada.
Kyojuro soltó una carcajada, eso era algo que esperaba de Kanae, tenia una idea clara de lo que había ocurrido.

-¿Puedo saber donde esta ?- dijo Kyojuro.

-Lo mas seguro que este en el jardín, cerca del árbol de sakura, le esta enseñando a Kanao a como tomar una decisión ella sola- respondió Shinobu rodando los ojos, realmente se veía molesta, era mejor no involucrarse en eso, mientras estuviera en la mansión mariposa, Shinobu tenia un carácter terrible, a veces se preguntaba como podían ser hermanas Kanae y Shinobu.

Kyojuro camino detrás de la mansión, donde Shinobu le informo que estaba Kanae, cuando la encontró, estaba la chica lanzando una moneda al aire, solo porque sabia que era imposible que fueran hermanas biológicas, porque se veía muy parecida a ambas hermanas Kocho.

-Así es como lanzas la moneda, la tienes que atrapar en el aire, pero tampoco te golpes muy fuerte porque te puedes lastimar- escucho la dulce voz de Kanae explicarle a la niña.

-¡Kanae!- grito Kyojuro, tal vez demasiado alto porque la chica dio un sobresalto, en ocasiones ( aunque no muchas) se sentía avergonzado por sus problemas de oído, una buena cantidad considerable de veces consiguió esa reacción al hablar mas alto de lo que se esperaba que hiciera.

El problema de su oído empezó por su primera misión , no se arrepentía de lo que había hecho, fue algo que se esperaba de él.

-Kyojuro, casi consigues que se me salga el corazón del pecho- dijo Kanae sonriendo, mientras lo veía, esos hermosos ojos que parecían dos botones de Sakura, transmitían tantos sentimientos y él se sentía maravillado por verlos, era tan afortunado que lo vieran con ese amor.

Pero a la vez eso estaba tan mal, él no se merecía ese amor, tenia que centrarse en su misión, y eso es lo que haría, eso le prometió a Sanemi que haría.

El aroma de la luna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora