Akaza

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Akaza lo sabia, escapar de una batalla no era lo que le gustaría hacer en ningún caso , eso no era nada honorable , él tuvo que ver morir a su contrincante y Kyojuro, se lo merecía, su habilidad con la espada, esa técnica que incluso pudo competir con la suya de tal forma.
Sus movimientos eran magistrales, parecía como si ellos dos estuviera en una danza que solo ellos entendían, ambos eran guerreros, ambos eran tan parecidos como dos gotas de agua.

Una pena que Kyojuro no lo viera de esa forma.

Akaza no le gustaba el sentimiento de que un potencial tan grande se desperdiciara, pero tampoco es como si tuvieran de otra, Muzan fue claro en el tema, tenían que eliminar a los cazadores o él los eliminaría, era solo una competencia.

Matar o morir.

Y él siempre escogía matar, además de todo eran gente sin cara, mera comida qué no importaba en todo caso, sí le preguntaran cuantas personas había asesinado contestaría con, "¿alguna vez has contado cuantos panes has comido en tu vida?", claro que no.

Pero Kyojuro, él era especial. No podía dejar de pensar en su batalla, esos maravillosos cortes, esa postura practicada y perfeccionada casi al completo, esas maravillosas llamas que parecían adornarlo,Kyojuro.

No supo en que momento ese nombre fue lo ultimo que pensó al dormir y lo primero al despertar, era algo inútil que lo pensara, era obvio que había muerto en su batalla, tanto potencial desperdiciado.

Un guerrero que murió, otra cara sin nombre, debería olvidarlo, sus pensamientos eran inútiles, nunca podría revivir a un muerto, por mas que lo pensara, lo único que importaba era ser mas fuerte.

Si, si Kyojuro fuera mas fuerte lo hubiera escogido a él y no a su "humanidad", en algún momento le dieron la misma opción a él y tomo la decisión de volverse un demonio.

¿Verdad?.

Tenia que entrenar, demostrarle al señor Muzan que era mas fuerte, habían sido trecientos años entrenando, era fuerte pero necesitaba ser aun mas fuerte.

¿Por qué?.

Pensar en Kyojuro lo distraía de lo que realmente importaba, escalar en rango, tenia que demostrar que era quien merecía estar al lado del señor Muzan, demostrar que valia la pena, que todo su entrenamiento y habilidades serbia de algo. Sintió como algo lo jalaba de su propio chaleco, era una sensación conocida.

El señor Muzan lo estaba llamando.

Trecientos años viviendo en la fortaleza,trecientos años recorriendo sus pasillos, trecientos años siendo la luna superior tres, y aun no entendía del todo por que no podía encontrar al señor Muzan cuando lo buscaba, parecía que todo el lugar esta diseñado para protegerlo incluso de sus propios miembros, esta era la oportunidad que estuvo esperando.

-señor Muzan- dijo Akaza arrodillándose al estar en presencia de su señor, su apariencia había cambiado, parecía una mujer con el cabello recogido, era hermosa no lo podría negar, pero aun así el aura que transmitía era igual de intimidante. Una de las razones por lo cual lo respetaba.

El señor Muzan, lo había convocado para algo y por norma, nunca los convocaba por algo bueno.

-tus miedos están bien infundados Akaza- dijo su señor Muzan, Akaza siguió viendo directamente al suelo.

-mil disculpes mi señor, pero no tengo idea de lo que me habla- dijo sin poder verlo, sabia que el tono que empleaba en él era un tono que dejaba en claro una falla que tuvo, pero hasta donde sabia cumplió todas sus obligaciones como Luna superior.

-Akaza, mentiste y esa es una falta grave- dijo Muzan sonando completamente enfadado – dijiste que habías asesinado al pilar de la llama- lo ultimo lo dijo casi escupiendo el titulo.

-mi señor, lamento no poder seguir su conversación, así fue, yo mismo lo vi apunto de morir – sintió como una cuchilla atravesaba su cuerpo cortándolo ala mitad, el dolor era indescriptible, podía sentir como sus órganos eran esparcidos por el suelo debajo de él, ser cortado de su torso era algo que solo se castigaba a los mentirosos, el señor Muzan sabia como castigar a sus subordinados cuando no seguían sus ordenes, pero aun así Akaza no conseguía entender que fue lo que hizo mal.

Muzan lo vio lentamente la expresión de incertidumbre era mas que notoria o talvez estaba otra vez en su cabeza, revisando si había alguna mentira o información omitida, odiaba cuando pasaba eso, no mintió lo vio sangrar, perdió su brazo en su estomago ningún humano podría sobrevivir a eso.

-parece que dices la verdad Akaza , la próxima vez aseguraté de ver el cuerpo del pilar que asesines Akaza consiguió que su mitad superior pudiera sostenerse para poder ver a su señor antes que este se marchara -al parecer el pilar de la llama sigue vivo – dijo Muzan antes de desaparecer.

Akaza se quedo solo, en medio de una habitación silenciosa, cortado a la mitad, sangrando y aun así, con una emoción que no podía describir, escuchaba su propio corazón latiendo cada vez mas rápido.

Podía ser por el dolor, era una posibilidad, había pasado por cosas aun peores al ser una luna superior, cuando consiguió regenerar su mitad inferior decidió quedarse tendido en el suelo mientras que una carcajada salía de él y un tono rosa adornaba su rostro.

Kyojuro, Kyojuro estaba vivo, Kyojuro consiguió vivir.

El aroma de la luna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora