El aroma de la luna.

Kyojuro.

Los días pasaron uno tras otro sin mayor cambio, todo seguía siendo una rutina que continuaba al día siguiente, nada cambiaba y eso es sí, era algo tranquilizante, la finca mariposa era tranquila, talvez por eso Kanae podría llevar esa calma a donde quiera que estuviera.

-¡Maestro!- Kyojuro reconocía esa voz tan familiar, sin lugar a dudas era Mitsuri, claro que vendría a visitarlo, ese era el estilo de ella. – ¡Maestro, vine tan pronto como pude!- dijo la chica de cabello rosa entrando a una velocidad que nunca antes había podido observar en ella.

-Hola Kanroji un gusto de volverte a ver- dijo Senjuro cuando la vio entrar.

Senjuro de manera diligente se había quedado, incluso se pudo empezar a notar algunas ojeras después de tanto tiempo en ese estado, era bueno que alguien mas llegara, así Senjuro podría salir aunque sea a dar un paseo fuera de la enfermería.

-Kanroji, te dijo muchas veces que ya no soy tu maestro- dijo Kyojuro- somos iguales ahora – la pilar del amor tomo asiento en una silla al lado izquierdo de su cama quedando de manera paralela a Senjuro.

-lo lamento, es la costumbre la que me hace hablar sin darme cuenta- dijo Mitsuri sin voltear a verlo.
Kyojuro no era ningún experto en el contacto visual así que lo dejo pasar.

-¿Cómo ha estado?- pregunto Senjuro

-cansada, las misiones no dejan de llegar, casi no tengo tiempo para otra cosa últimamente – dijo la chica inclinándose un poco en la cama de Kyojuro.

- lamento no poder ayudar - dijo Kyojuro.

Era verdad, desde que termino su misión en el tren, las misiones no se detenían, los demonios seguirían atacando, todavía había muchas vidas que salvar y él no podía hacer nada, era tan frustrante.

Por primera vez parecía que su cuerpo y su mente no estaban sincronizados, sabía que era un milagro para él poder seguir vivo, al igual que algo egoísta de su parte no poder ayudar a nadie. No era lo que quería.

-No lo decía por eso maes... Kyojuro – dijo Mitsuri viéndolo a su, ahora, único ojo, unas lágrimas se formaron en sus ojos de manera tan rápida que volvió a esquivar la mirada.

Asi que era eso.

Era doloroso verlo de esa forma, Senjuro era bueno controlando ese sentimiento, aunque en ocasiones lloraba cuando creía que estaba dormido y no podía escucharlo, pero si hasta Mitsuri que era mas fuerte que muchos chicos que él mismo conocía, una pilar al igual que él , reaccionaba de esa manera, no era que significara nada bueno.

-Que hermosas flores- dijo la chica viendo en su lugar el jarrón – ¿quien las envía?- pregunto tocando una pequeña flor roja.
-¡No tengo idea!- dijo Kyojuro, intentaría que no tuvieran lastima de él, odiaba verlos tan tristes.

-Nunca tienen nota, pero llegan cada semana desde que mi hermano está aquí- explico Senjuro.

-Una admiradora secreta, ¡Qué lindo! – dijo Mitsuri colocando sus manos en sus mejillas, mientras se ruborizaba – una linda chica le envía flores a mi maestro porque se entero que está enfermo y quiere que se recupere pronto, en el lenguaje de las flores, las camelias rojas significan admiración- explico Mitsuri -Admito que me da un poco de envidia.

-Yo podría regalarte las flores que quisieras – los hermanos Rengoku dieron un sobre salto al escuchar a Iguro de manera tan repentina. ¡¿En qué momento había entrado en primer lugar?!.

-Me refería a tener una florería – explico Kanroji, mientras colocaba algo de agua enviado en las flores que le habían.- De niña quería tener una florería, cortar recuerdo algunas flores que crecían cerca de casa, y jugar con mis hermanos menores mientras mamá preparaba la cena- dijo Mitsuri observando mas de cerca las camelias – por eso mismo aprendi en idioma de las flores.
-No creo que todos separen el idioma de las flores -dijo Senjuro.

-No, pero si enviaron en especifico camelias rojas considerando que es una opción-dijo Mitsuri viendo a Senjuro .

"¿Una admiradora?" se preguntó Kyojuro, era extraño pensar en alguien que lo pudiera admirar, solo hizo lo que era correcto, lo que se suponía que tenia que hacer, lo que cualquiera haría en su lugar.

Intento pensar en alguien que pudiera haber ayudado de manera específica, pero todo era un borrón en su memoria, no podía decir que fuera por ayudar a alguien en específico, talvez el joven Kamado.

Si, eso tenia que ser. Su admirador secreto era el joven Kamado y solo le esta agradeciendo por aceptar a su hermana como parte del cuerpo de caza demonios, un misterio resuelto.

Aunque tenia otro misterio que tenia que resolver, agradecia que Kanroji hubiera llegado tan pronto como pudo.

-Kanroji, ¿podría pedirte un favor?- pregunto Kyojuro a su exalumna.

-claro Kyojuro, lo que tu me pidas-dijo la chica viéndolo a los ojos.

- Senjuro a dicho que quiere aprender a pescar y creo que e escuchó a Tomioka en la finca , ¿podrías pedirle de favor que le enseñe a Senjuro?- dijo Kyojuro sonando igual de animado que de costumbre.

-No es necesario en este momento yo...

-...Claro, Tomioka es un buen chico estaria encantado de enseñarle a Senjuro- dijo Mitsuri levantándose para salir a buscar al pilar del agua, Iguro la empezó a seguir.

-Kanroji se pierde muy seguido, yo... yo me asegurare que encuentre a Tomioka- dijo el chico con heterocromia, caminando cerca de Mitsuri.

Todos sabían que el pilar de las serpientes estaba profundamente enamorado del pilar del amor, pero como si de una broma de los dioses se tratabase, el pilar del amor no se daba cuenta del enamoramiento del chico. Era un cómico ver sus interacciones.

-Espero que la señorita Mitsuri se de cuenta del amor que tiene Iguro por ella – dijo Senjuro.

-Creo que Obanai espera lo mismo, pero es muy tímido para decir algo- dijo Kyojuro, ambos hermanos suspiraron con resignación.

Era mas probable que derrotaran a Muzan a que Mitsuri Kanroji se diera cuenta que habia alguien que la amaban tal y como era, sin fingir ser alguien mas, con cada defecto y virtud que pudiera tener.

-Senjuro, también quería pedirte algo- dijo Kyojuro,tomando de la mano a su hermano menor, este dio un pequeño sobresalto.

-claro, ¿qué sucede? – Dijo Senjuro.

-¿Crees que podrían buscar a Shinobu para que venga aquí?- dijo Kyojuro aparentando una sonrisa.

-te sientes enfermo hermano?- pregunto Senjuro con un tono de voz que daba a notar lo preocupaba que estaba.

-No, para nada, pero ver a Mitsuri me hizo darme cuenta que no le he agradecido a Kocho lo por salvarme asi que quería agradecerle lo suficiente en privado - dijo Kyojuro tranquilizando a su hermano menor.

-así que es por eso...- dijo Senjuro bajando la mirada al suelo – estaría encantada, la señorita Kocho es muy amable, creo que lo agradecerá- Senjuro lo volvió a mirar con una mirada llena de felicidad.

-Si, creo que se merece que le de las gracias en privado- dio Kyojuro

-Iré de inmediato- dijo Senjuro levantándose de su silla caminando a la puerta de la enfermería saliendo buscando a la chica mariposa.

Kyojuro sonrió hasta que pudo ver a Senjuro irse, apenas se aseguro que Senjuro estaba a una distancia prudente comenzó a jadear de forma desesperada, respirar dolía, intentar mantener todo de la manera mas llevadera para Senjuro era agotador, agradecía su compañía, muchas veces eso era lo que lo lograba mantener cuerdo, pero necesitaba saber exactamente que le ocurría.