El aroma de la luna.

Kyojuro

El silencio reinaba en la casa Rengoku, la noche cubría el cielo como un manto, la luz de la luna junto con sus estrellas era la única fuente de luz que se podía observar, cuando Kyojuro tenia la oportunidad de visitar grandes ciudades siempre se maravillaba de lo hermoso que era ver tantas luces en la noche, siendo cazadores de demonios tenían el horario de sueño destrozado, incluso muchas veces no dormía por días y apenas lo notaba.

Sentir la calma de estar en su habitación en una noche después de tanto tiempo, sin tener que preocuparse por volver a pelear era incluso reconfortante, por extraño que fuera , se sentía mucho mejor, sabia que era algo injusto que pensara de esa forma, era fuerte, se supone que no tendría que sentirse tranquilo por no poder volver al campo, pero por esa noche se permitiría ese pequeño descanso.

Kanae lo reñiría, diciéndole que tendría que curarse pronto para poder ir juntos a ese pequeño lago donde crecían algunas de las plantas que ella utilizaba para poderlos ayudar, en el jarrón cercano a él vio un ramo de flores, quien quiera que las trajera sabia del lenguaje de las flores, se preguntó si era una persona tan amable y dulce como ella quien se las enviaba.

Una Briza movió las flores, vio una sombra proyectándose en el suelo de su habitación, su corazón comenzó a latir deprisa, no necesitaba verlo para saber quien era.

-Buenas noches Kyojuro- dijo la tercera luna superior.

Kyojuro lo volteo a ver, nunca creyó que lo seguiría, intento buscar su katana pero Tomioka se la había llevado.

-Maravilloso Kyojuro, aun en tu estado tan lamentan intentas pelear contra mi, eres un guerrero muy hábil- la sonrisa que tenia ese demonio le enfermaba a Kyojuro, claro que intentaría pelear, la vida de su hermano estaba en juego si fallaba. No volvería a fallar. – sabia que no me equivocaba al salvarte.

¿Salvarlo?, él estaba en ese estado "lamentable" por la culpa de la tercera luna.

-Esa expresión no queda bien en tu rostro, no te sorprendas tanto, te salve porque eres el único con quien quiero pelear para siempre – dijo la tercera luna caminando hacia donde estaba el jarrón con las flores.

-Se que todavía siguen vivas, pero antes de venir encontré estas alelis y quise traerlas- dijo el demonio.

Kyojuro vio que el chico tenia en su mano unas flores amarillas, eran muy bonitas y combinaban bien con las demás.

-¿Eres tú quien me a estado trayendo flores?- pregunto Kyojuro, Akaza lo vio sonriendo, esos desagradables colmillos estaban resplandeciendo con la luz de la luna.

-Creí que habías olvidado como hablar, Si , fui yo quien a estado trayendo flores para ti- dijo Akaza sentándose al lado de su futon.

-¿Por qué?- pregunto Kyojuro

-porque nunca antes había conocido a alguien que tuviera ese espíritu de pelea como el tuyo, ¿sabes el lenguaje de las flores? – le pregunto Akaza, Kyojuro negó con la cabeza, Akaza movió sus labios en un ligero puchero.

Así que las flores si significaban algo, Mitsuri tenia razón, por la expresión en el rostro de Akaza eran escogidas con cuidado para transmitirle un mensaje.

- pero mi antigua alumna si, ella me dijo que significaban algunas, puedes decirme que significan- dijo Kyojuro, Akaza sonrió animado al escuchar que su mensaje había sido comprendido por alguien.

-estas son Alelis amarillas significa "Fidelidad en la adversidad" eso significa que pase lo que pase te esperare, como en este caso- dijo Akaza señalándolo – esperare a que mejores para poder volver a pelear contra ti, claro, mi espera seria menor si decidieras convertirte en demonio.

Kyojuro volteo a otro lado, seguía insistiendo con lo mismo.

-¿Que pasaría si nunca mejoró?, los humanos somos así – contestó Kyojuro, Akaza se levanto tomando un pequeño recipiente con agua y unas vendas que estaban sobre unos cajones.

- Te di de mi sangre, mejoraras- dijo Akaza volviendo a su lugar anterior.

-¡¿Me volviste un demonio?!- grito Kyojuro asustado, antes que pudiera decir nada la mano de la tercera luna se puso en su boca, silenciandolo.

- No, me dejaste en claro eso desde el principio, una gota de mi sangre no te convertirá en demonio, se necesita mucho mas para eso- Akaza parecía insultado por la sospecha de Kyojuro. -no haría algo que no quisieras.

Akaza quito las sabanas que cubrían a Kyojuro abriendo el seguro que sujetaban las vendas que llevaba, Kyojuro tomo de las manos a Akaza intentando que se detuviera.

-Kyojuro, estoy intentando cambiarte las vendas, no se quien te este curando pero hace un trabajo terrible, además que no se porque te sonrojas – dijo un claramente confundido Akaza, Kyojuro soltó le soltó las manos dejando que lo curara.

-Creo que es porque estoy mas acostumbrado a que son mujeres que hacen esto por mi-dijo Kyojuro, antes de Shinobu fue Kanae y antes de Kanae fue su propia madre, sabia curarse solo, incluso Uzui lo había ayudado pero dejar que Akaza lo hiciera era extraño.

Akaza humedeció un trozo de tela mojando las vendas y retirando cuando estás estaban empapadas,dolía mucho menos de esa forma que como Shinobu lo hacia.

-La sangre cuando seca se pega en las vendas, tu cuerpo no distingue que es parte de él y que son las vendas, estoy humedeciendo para evitar arrancarte las partes que están sanando – explico Akaza mientras seguía con su tarea era por demás extraño, Akaza se veía tan serio haciendo eso.

Y a la vez parecía tan correcto, como si antes hubiera hecho lo mismo, "¿Fue medico cuando estaba vivo?", eso explicaría las flores y su habilidad para curar a los demás, sonrió un poco, Kanae era igual.