Senjuro

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Senjuro sabía que su hermano no se encontraba del todo bien, todos lo trataban como un niño pequeño al que tenían que cuidar,sabia que Kyojuro estaba en un estado mucho peor de lo que le informaban, todos decían que se curaría pronto.

No tenia que ser medico para saber que eso no era verdad, Kyojuro moriría, le dolía pensar en ese escenario pero mas aun le dolía que nadie le dijera la verdad.

Lo hacían para protegerlo, pero parecía que nadie entendía que de esa forma solo se estaban protegiendo ellos mismos.

A su edad su hermano ya era un cazador de demonios,que había participado en misiones para la compañía, era frustrante que solo lo vieran como el hermano menor del pilar de la llama.
¿Era mucho pedir que le dieran algo de información?, no dudaba que hubiera sido Kyojuro quien pidiera que no le dijeran nada, siempre fue así, si alguien intentaba dañarlo siempre su hermano recibiría el golpe por él.

Talvez por eso mismo solo era el hermano menor del pilar de la llama, tenia trece años, era lo justo que lo consideraran parte de la compañía, talvez no pudiera utilizar una espada pero podía ayudarles de otras formas.

El solo se hizo cargo de su casa y las cosas que se necesitaban casi sin ayuda la mayor parte del tiempo, él aprendió los medicamentos y cuidados que necesitaba su hermano con las instrucciones de la señorita Shinobu, incluso memorizó los nombres tan complicados de algunos medicamentos para saber como ayudar.

Suspiro cansado, si, aprendió todo eso porque le aterraba quedarse solo con su padre.
su padre desde que sucedió el accidente de Kyojuro empezó a beber menos, incluso visitaba a Kyojuro cuando parecía estar dormido, era una escena extraña, su padre que nunca antes había elogiado a ninguno de los dos parecía sentirse realmente arrepentido por el estado de su hermano mayor.

Si fuera otro momento sentiría algo de envidia por la atención que se llevaba Kyojuro, pero era algo absurdo pensar en eso, él estaba bien, podía caminar y por los jadeos desesperados de su hermano podía respirar con normalidad, tendría una vida, formaría una familia pero su hermano su único destino era morir pronto.

Lágrimas cayeron de sus ojos aterrizando el la olla que estaba utilizando para hacer el desayuno,sentía que últimamente estaba llorando con mas frecuencia al saber como se acercaba el final lentamente de su hermano mayor.

Kyojuro no había comido nada en días, alegando siempre que no tenia hambre, lo mismo empezó diciendo su madre, un detalle sutil que pareciera que nadie recordaba, pero que él jamás podría olvidar.

Como cada día llevaría una bandeja con el desayuno para su hermano mayor, insistiría un par de horas a que tomara aunque fuera un poco de caldo para recibir la misma sonrisa ensayada diciendo que no tenia hambre que seguía muy lleno de la cena, cosa que era mentira notoria ,habían pasado tres días desde la última comida que lo vio comer, pero nunca tendría el valor para poder obligarlo. Cambiaría las vendas de su cuerpo y su ojo, le daría algunos medicamentos y se iría mientras escucharía como Kyojuro jadea de dolor.

Y eso era lo mismo con cada comida.

Medicamentos al medio día, cuando el sol bajara y a media noche, una rutina en la que estaba cayendo con tanta facilidad como cuando aun intentaba entrenar, era sorprendente como podía acostumbrarse tan rápido.

Camino por los pasillos de la mansión, cargando el desayuno que volvería a ser rechazado por su hermano, pero no podía preocupar a su hermano, si Kyojuro si se recuperaba seria un milagro, dentro de su corazón esperaba que ese milagro ocurriera.

Toco la puerta de la habitación de su hermano.

-Kyojuro, voy a pasar- dijo Senjuro en un susurro,otro día siguiendo la misma rutina.

————

Escucho la voz de su hermano menor, abrió el ojo que le quedaba dando un sobresalto, hacia mucho que no podía escuchar tan bien, ¿habia muerto esa noche y por eso podía escuchar mejor de lo que recordaba?.

La puerta se abrió dejando entrar a Senjuro que se veía decaído, Kyojuro sonrió.

-¿Qué hiciste hoy para desayunar? – preguntó Kyojuro curioso viendo a Senjuro dejar la bandeja a un lado.

-Arroz ,sopa se miso y tsukemono – dijo Senjuro se notaba decaído

-¡Suena delicioso!– dijo con entusiasmo Kyojuro, siempre fue curioso como un acto tan simple como comer lo que Senjuro preparaba parecía animarlo además que no sabia porque,pero sentía que no había comido en mucho tiempo.

-hermano se que no quieres pero ...- Senjuro lo vio a su ojo viéndose mas sorprendido de lo que debería - ¿Dijiste que suena delicioso?

Senjuro se veía sorprendido, aunque no tenia porque estarlo , Kyojuro siempre alago su forma de cocinar aunque Senjuro no estuviera presente para escucharlo.

-¿Suena tan extraño? – dijo Kyojuro con una sonrisa en su rostro – la comida de mi hermanito siempre es la mejor.

Senjuro comenzó a llorar subiendo en el futon de Kyojuro para poderlo abrazar.

-si tanto te gusta podías pedírmelo, cocinare todos los días para ti si eso te hace sentir mejor – dijo Senjuro mientras sus lágrimas no paraban de salir. Su madre lo había escuchado.

El aroma de la luna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora