Ella miente y cree ser libre. Pero tras la mentira y la sonrisa vacía, ella sabe que no es libre. Que no es verdad. Que aún no puede ser feliz. - jessandsmith
─ Jennieeeeeeee. ─Mantuvo el último sonido por un largo tiempo como una nota musical.
─ Joy- ─ La morena perdió el aire en el abrazo.
─ Pensé que nunca llegarías. ─Joy hundió su rostro en el cuello perfumado de Jennie e inhaló su suave esencia, haciendo que el sentimiento desemboque en una sonrisa. Una gran, gran sonrisa, que solo terminó por esfumarse cuando se topó con algo aún más grande: La determinación de otra persona.
Una mujer, para ser exactos.
Ella estaba detrás de Jennie.
La miraba y fruncía el ceño.
Pero ese juego era para dos, considerando que ella misma también podía parecer enojada.
La electricidad que saltaba entre ambos pares de ojos se hacía más visible y peligrosa con cada segundo que pasaba. La tensión se podía cortar con una navaja.
Decidió alejarse de la morena y empujarla hacia dentro de la casa.
─ ¡OYE!
La pelinegra retrocedió un paso y se paró bajo el marco de la puerta, aun observando a la mujer que quedaba frente a ella y a una especie de ser inofensivo que se escondía tras su rival.
─ ¿Quién eres tú? ─dijo cruzando los brazos. Muy seria.
─ Joy, ¿Quieres tranquilizarte? ─murmuró Jennie que estabilizaba su equilibrio.
─ ¿Quiénes son Nini? ¿Están molestándote?
─ Claro que no.
─ ¿Te están obligando a decir que no cuando sí están molestándote? ¿Eh? ¿EH? ─Avanzó un paso con seguridad y achicó un ojo para demostrar su incredulidad.
─ Ella es Roseanne y ella-e
─ Así que Roseanne. ─Interrumpió Joy─. Ve hacia atrás Jen, esto se puede poner peligroso.
'Chica venado.' Recordó Rosé.
─ Joy.
─ ¡DIJE ATRÁS!
Jennie arqueó una ceja y llenó sus ojos de sarcasmo. Siempre era lo mismo.
Solo quedaba esperar.
Decidió avanzar hacia la mesa larga, llena de bocaditos y un solo depredador en medio.
─ Im.
─ ¡Yo lo vi primero intruso!- Oh, eres tú. ─Nayeon la miró con azúcar en polvo en sus mejillas.
Se alejó.
─ Oye, vamos, ¿hasta cuándo seguirás con esa actitud?
La castaña dejó de lado los bocadillos y sacó su teléfono móvil, en el que empezó a escribir sin levantar la mirada mientras Jennie le pedía atención.
Le mostró la pantalla del celular.
<< Silencio intrusa >>
─ Oye, pero a quién llamas intrusa, tonta coneja con problemas de alcoholismo. ─susurró Kim acercándose, mientras Nayeon miraba su pequeño artefacto de pantalla táctil y escribía.
<< A ti >>
─ Basta. ─Se cruzó de brazos─. ¿No crees que ya es suficiente?
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Dime tu deseo
FanfictionTodo iba bien. Hasta que el piloto perdió el control total del avión. Y lo que parecía ser unas perfectas vacaciones... Terminaron como una perfecta desgracia. El océano pacífico comenzó a tragarse lentamente el gigantesco desastre y, cuando uno...