Marzo.
─ No pongas esa cara.
─ No me gusta salir de la cocina, así sea una improvisada como esta.
─ Escucha, necesitamos manos, anímate, es el último día.
─ Soy Chef. Estudié para ser Chef y quiero trabajar siendo Chef, no recogiendo trastes. ─murmuró la joven mientras levantaba algunas copas─. No me pagan por esto.
─ Sí te pagan por esto. ─Se paró delante de la joven de cabellos rubios y la enfrentó suavemente con algunos platos entre manos─. Rosé, tienes qué ¿25?
─ 27.
─ ¿Cuántas personas a tu edad ganan una concesión para alimentar a más de mil personas en un evento mundial? ─Sonrió el muchacho.
─ No gané absolutamente nada. Ganó la empresa y yo estoy aquí, como ayudante, haciendo sobretiempo, ganando derecho de piso porque soy nueva. ─Suspiró─. Mientras el resto está caminando y conociendo las calles de Australia, yo estoy limpiando.
─ Oye, el resto no tiene nada mejor que hacer. Es decir, ¿Chanyeol? ¿Has visto la cara de ese tipo? ─Chanyeol era el snob que preparaba postres al lado de la joven. El chico la tomó del brazo─. Si estás aquí es porque Maynard confía en ti y sabe que eres buena. Eres muy buena. La mejor en platillos internacionales. ─Dramatizó con su acento inglés.
─ ¿Lo dijo él? ─Mantuvo la calma algo incrédula.
─ Lo escuché hablando con John esta mañana. ─Sonrió─. El jurado de la Bienal amó tu Curry Massaman del martes y hoy quedaron maravillados con tu Pasta Casera.
─ Siempre tan optimista, Charles.
─ Te diré qué: Por qué no dejas esas copas, tomas un folleto ─Metió un librillo en el bolsillo de su chaqueta filipina blanca─ ...Y aprovechas que los salones están vacíos para que eches un vistazo a todas esas fotografías.
─ Estoy cansada, Charlie.
─ Solo escóndete por ahí hasta que regrese Maynard, yo me encargo del resto.
─ Eres demasiado bueno.
─ Y tú demasiado caprichosa. ─Charles caminó hacia un inmenso búnker─. Largo de aquí.
La joven Chef se internó entre los pasillos vacíos del Museo de Arte Contemporáneo de Sídney.
Una luz tenue, amarillenta, llenaba los espacios casi oscuros del que había sido el hogar de la Bienal en los últimos 5 días. Todo quedaba callado e inerte.
Parecía mentira después de todo el movimiento al que había sido sometido en la semana.
Era viernes y su garganta le pedía una cerveza fría, ligera, acompañada de una buena película en casa, Melbourne, escuchando los ronquidos suaves de su padre y los pasos ligeros de su hermana en búsqueda de leche, hacia la cocina.
Se sentó en una banca, al medio del pasillo, entre dos inmensos cuadros que retrataban la ciudad de París. Suspiró. Miró su credencial.
~ BIENAL DE FOTOGRAFÍA. AUSTRALIA. Roseanne Park. Chef ~
Roseanne Park necesitaba unas vacaciones.
Apretó la mandíbula. Abrió el folleto y ojeó algunos cuadros.
Lo que escondía tras sus ojos tristes era la carga diaria en el trabajo, miradas frías de gente que no estaba interesada en saber el más mínimo detalle de su existencia. Sal, pimienta, mueve esto, sirve, vete... Más indiferencia hubo cuando la novata fue elegida como Chef de apoyo para la Bienal.
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Dime tu deseo
FanfictionTodo iba bien. Hasta que el piloto perdió el control total del avión. Y lo que parecía ser unas perfectas vacaciones... Terminaron como una perfecta desgracia. El océano pacífico comenzó a tragarse lentamente el gigantesco desastre y, cuando uno...