XIX. QUÉDATE CONMIGO

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Ahora puedo decirte que tomé la decisión correcta, sin embargo no hay un día que pase sin arrepentirme de no haber tomado una opción diferente. - Seven.

─ Más te vale que sea importante. ─La pelinegra abrochó su cinturón.

─ Oh, juro que lo es. ─La menor ecendió el auto.

─ No sabía que manejabas.

─ Ahora lo sabes.

Después de recorrer varios segundos la ancha calle, doblaron a la derecha.

─ ¿Cuándo sacaste licencia?

─ Nunca.

─ Estúpida coneja, si me matas, juro que-

─ Te necesito demasiado ahora como para intentar acabar con tu enana vida.

─ Tú tampoco eres muy alta que digamos.

Abrieron la puerta y Irene se encontró con un panorama bastante desolador.

─ ¿Dónde está? ─susurró la más baja.

Nayeon la llevó hacia el centro de la sala, donde sobre el sofá, estaba la morena, echada boca abajo, con un brazo colgando. Dos botellas de cerveza y vodka, ambas vacías, y ropa bastante desgastada.

Pese a la impresión de la pelinegra, guardaron silencio.

─ Está peor desde hace dos semanas.

─ ¿No ha ido a trabajar?

─ Perdió el trabajo hace un mes o algo así...

─ ¿Cómo está sobreviviendo?

Nayeon se hundió en hombros. ─ ¿Ahorros? Igual no ha gastado mucho desde entonces. ─Avanzó y empezó a recoger algunas prendas regadas por el suelo─. Solo gasta en comida para perro, alcohol y pañuelos de papel, casi no sale.

Irene caminó hacia la mesa.

─ ¿Solo come enlatados? ─Encontró algunos contenedores vacíos en la basura y sobre la mesa.

Nayeon empezó a revisar uno sin acabar. ─ Oye, estos son buenos.

Irene se acercó al mueble. ─ ¿Jennie? ─La morena ni se inmutó. La mayor bservó el estado deplorable de la dueña de casa y volteó hacia la mesa─. Bunny...

─ ¿Umm? ─Nayeon la miró.

─ ¿Cabe...?

Irene se detuvo y observó a la castaña. Ahí estaba, una de las mejores amigas de Jennie y buena amiga suya.

Pero, ¿Jennie le habría comentado algo al respecto?

Nayeon siguió mirando las latas, mientras aparecía Kuma caminando entre sus piernas. Irene no quería cometer una indiscreción, pero una vez más, esta especie de desorientado ser humanoide era su mejor amiga. La probabilidad era alta...

─ ¿Joohyun?

Reaccionó. ─ ¿...Cabe la posibilidad que esto esté relacionado con su tema de homosexualidad?

Se abrió paso a una conversación en susurros.

─ ¿...QUÉ?

─ ¿Conoces a una tal...Roseanne?─Prosiguió en voz baja.

─ ¡LO SABÍA! ─Nayeon se acercó violentamente dejando atrás su inspección─. ¡TÚ SABÍAS INCLUSO DE ROSEANNE! ¡TÚ! ¡Y NO ME LO PODÍA DECIR! ¡...A MÍ! ─La sacudía tomándola de los hombros.

─ Silencio. ─La pelinegra le cubrió la boca─. Entonces sí sabes. ─Limpió su palma en la camiseta de la más alta sin mover su cara de asco.

─ ¡DEMORÓ SEMANAS EN DECÍRMELO! TRAIDORAS.

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