XV. RECUERDOS

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Ella parece estar escrita en Braille. No importa si vuelvo a tocarla, nunca voy a entenderla - oh-did-i-offend-you

─ Sooya...

Rosé definitivamente no estaba acostumbrada a abrir la puerta de casa. Usualmente era su amo la que estaba encargada de ello y ella había recibido la orden de no hacerlo.

¿Pero cómo no ver siquiera quién está detrás y con el dedo pegado en el botón del timbre?

Kuma no dejaba de ladrar.

Su paciencia estaba consumiéndose rápidamente.

─ Pensé que nunca abrirías.

─ ¿Cómo sabes-?

─ ¿-Que vives aquí? Magia. ─dijo Jisoo caminando rápidamente hacia la sala, jalando con ella al genio, seguidas inmediatamente por el pequeño pomerania─. ¿Y éste? ─Lo observó fríamente.

Kuma la observó y gruñó un poco.

─ Kuma. ─Rosé lo tomó abrazando su pancita con las manos y lo llevó a la habitación─. ¿Quieres tomar algo?

Rosé se acercó a la cocina y se sirvió un poco de agua para calmarse un poco.

Respira.

─ No. ─Jisoo inspeccionaba algunos rincones─. Quiero saber qué estás haciendo aquí.

El vaso golpeó la superficie de la pequeña isla.

Los labios de Rosé temblaron.

─ A-Aquí vivo.

─ Chaeyoung.

─ Con Jennie, así como tú vives con ─Hizo memoria─ Melissa.

─ Lalisa.

─ ¡Con Lalisa!

─ Sabes que no hablo de eso. ─La pelinegra se acercó a la más alta.

─ No sé a qué te refieres, entonces. ─Rosé volteó el rostro cuando la tenía en frente.

─ Sabes perfectamente de lo que estoy hablando. ─La tomó de las mejillas con una mano, presionando con sus dedos─. Y sabes que no estoy jugando.

─ Tampoco estoy jugando, Sooya.

─ ¿Entonces qué se te pasó por la cabeza cuando decidiste venir aquí?

─ Yo... Pensé que-

─ No, el punto es que no pensaste. ─La mayor hundió su dedo índice en la frente de Rosé─. ¿Crees que es justo?

─ Creo que es lo mejor.

─ Es lo más irresponsable y estúpido que has dicho.

─ No me hables así, no sabes todo lo que pensé antes de venir aquí.

Jisoo la observó fríamente. ─ Es todo. Te llevaré a casa ahora.

Rosé retrocedió y se pegó a la pared negando con la cabeza. ─ No.

─ Park Chaeyoung, coge tus pertenencias materiales que iremos a casa. ─Jisoo la tomó de la muñeca.

Rosé se soltó. ─ Ésta es mi casa ahora.

─ No puedes estar aquí, Chaeyoung, tienes una vida allá, sin mencionar que estás-

─ No lo digas. ─Intentó detenerla

─ ...Comprometida.

Rosé  volteó hacia la puerta con miedo retumbando en sus ojos. ─ Jennie puede venir en cualquier momento, no sigas.

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