XX. FINAL

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¿Estarás conmigo cuando la magia haya pasado?

─ Oh por todos los cielos... ─Nayeon se petrificó cuando volteó hacia la puerta abierta y, como si se tratase de una película en su cabeza, entró en un túnel caleidoscópico de imágenes mezcladas con emociones, reviviendo los últimos años, meses y días en menos de un minuto de silencio....

~🍂~

Fines de Octubre.

Tenía la ligera sospecha de que iba a llover.

Quizás por el cielo nublado o por la atmósfera gris de la ciudad.

Suspiró.

Una masa de aliento blanca huyó de su boca en forma de vapor.

Cruzó la pista.

─ Llegas tarde. Y usualmente soy yo la que llega tarde.

─ Tuve que venir caminando.

─ Pedí café.

─ Hubieses podido pedir algo de comer.

─ Eso se lo dejo a los expertos. ─La rubia la miró con ojos redondos.

─ Tomaré eso como un cumplido.

Cuando el aroma amargo del líquido oscuro penetró por sus fosas nasales, sintió cómo su helada nariz empezaba a recuperar temperatura.

─ Te manda saludos, por cierto.

─ No la veo desde que regresó de Japón. ─Un sorbo de café y sus ojos se perdieron en los de su acompañante─. ¿Cómo está? ─Sonrió Lisa luego de limpiar sus labios.

─ Igual que siempre. ─Nayeon sonrió casi disculpándose.

─ ¿Eso es bueno?

─ Supongo... ─Tomó otro sorbo─. También dijo que hubiese querido estar aquí, pero tiene demasiado trabajo. Sigue terminando su propuesta.

─ Lo de siempre. ─Rió acostumbrada. Saboreó el café.

─ Por cierto, Yeri va a graduarse de su taller de investigación. ─La castaña buscó en su sobretodo─. Esto es para ti, dijo que por sus horarios no podía dártelo personalmente.

La chica de cabellos rubios tomó la invitación y leyó detenidamente.

─ Parece importante; Joy me comentó al respecto. ¿Cómo debo ir vestida?

─ Procura no llevar los mismos scrubs de siempre, gracias. ─dijo mirando su enterizo verde cubierto por una gruesa casaca impermeable.

─ Llevaré algo distinto para cubrir mi desnudez.

─ Lleva a Jisoo. Dijo que llevaras a Jisoo. ─Nayeon señaló el número de personas sobre la tarjeta. Dos.

─ ¿Desde cuándo no tengo capacidad personal de elección de compañía?

─ Cuatro años después, seguimos sabiendo que ya no te interesa llevar a alguien más. ─Sonrió con malicia. Otro sorbo de café.

La joven rubia rio sonrojada.

Tenía razón.

Conversaron por una hora y media que pasó como minutos.

El tiempo hizo bien al acercarlas. Su ahora buena amiga.

Im miró el reloj. ─ Será mejor que me vaya.

~🍂~

El perro parecía una pequeña alfombra acolchada color café.

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