Capitulo 25

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El vehículo de lujo se detuvo frente a ella, si pensó que una celebridad de su categoría no manejaba un vehículo y que a cambio tenía un chofer para trasladarla, estaba equivocada. Melina Belova se bajó del Audi R8 color rojo que poseía, incluso para eso emanaba elegancia, en su mirada, en su caminar, en su sonrisa, esa mujer era perfecta y muy correcta.

Kate extendió la mano para saludarla, pero la mujer se acercó y simplemente la abrazó con calidez, no la hizo sentir incómoda, al contrario, era un gesto tan bonito de su parte, un gesto al cual no estaba acostumbrada, como todas las personas del siglo 21.

Melina: No pensé que pudieras estar sola en un parque, para una linda chica como tú, estar sola aquí, es peligroso.

Kate: No soy una niña, señora Belova. –Lo dijo con una sonrisa tímida, antes de separarse de su abrazo.

Melina: Quiero que me acompañes a un lugar. ¿Te parece tener una tarde de chicas?

No sabía el motivo exacto del "por qué" tenía las mejillas rojas frente a ella. ¿Era el hecho de que fuese la madre de la mujer con la que vivía? ¿Con la que se había besado en el campamento? Además, no podía obviar que fuese una figura pública y muy conocida en todo el mundo, con la cual muchos desearían pasar unos segundos o ser tan sólo observados por sus ojos, en cambio Kate tenía el privilegio de tener mucho más que eso.

La mujer manejó hacia una exclusiva cafetería de Los Ángeles, decorada al estilo alemán, juntas se bajaron y aunque muchos trataron de pedirle fotografías y autógrafos, Melina murmuró un "te espero a la salida". La mujer sabía que Dickinson estaba sola estos días, desde que su hija había ido a Canadá y aunque Yelena quiso mentirle aquel día que las vio en el departamento antes de irse de campamento, era obvio que vivían juntas. ¿Motivos? Aún no los sabía.

Melina: Puedes pedir lo que quieras, esta pequeña tarjeta lo paga todo. –Mostró una lámina dorada, una maravilla del futuro que reemplazaba el dinero físico.

Kate: Deseo chocolate caliente y unas mmm –miró el menú, todo se veía tan delicioso, estaba segura que volviendo al pasado no podría probarlas de nuevo- donuts. –El mozo anotó todo el pedido y con una sonrisa se retiró de allí- El brillo de sus ojos delata su intención. ¿Hay algún motivo en especial por el que me haya llamado?

Melina: La primera vez que nos vimos, fue muy agradable conocerte, eres una muchacha inteligente, que tiene el don de la expresión, de la palabra y el conocimiento. ¿Te gusta la historia de la Inglaterra antigua?

Kate: -apretó los dientes para no expresarse de tal manera que delatara su verdadera yo- Me fascina, tengo recuerdos de haber leído mucho sobre ello, sé sobre la forma en la que se reunían, en la que se expresaban, la importancia de la aristocracia y la realeza de esos tiempos. ¿Por qué? –Les dejaron el pedido, la rapidez del lugar era impresionante- Muchas gracias. –El mozo sonrojado salió de allí, la muchachita de acento británico era preciosa. Si Yelena hubiera presenciado aquello, sus puños ya habrían estado apretados.

Entre el amor y el tiempo | Kate & Yelena Donde viven las historias. Descúbrelo ahora