Domingo 21 de septiembre 2014, al otro día.
Hasta ahora, nunca antes había sentido una paz tan grande dentro de su corazón, era una paz que la llenaba en todos los sentidos y quería quedarse así por mucho tiempo más, mientras los restos de sueño seguían dando vueltas en su cabeza. Abrió los ojos, pero la luz repentina golpeó sus ojos, dejándola momentáneamente "ciega", dentro de la carpa había un ambiente caluroso, no sabía qué hora era, pero de seguro el sol ya estaba en lo alto del cielo. Con dificultad se corrió pensando que caería sobre un cuerpo, mas sólo siguió rodando dentro del saco de dormir hasta quedar mirando hacia el otro lado de la carpa. Estaba sola, Yelena se había levantado y era extraño sentir que su ausencia opacaba esa paz que sintió segundos atrás. No había despertado en toda la noche, tenía algunos vagos recuerdos de Yelena abrazándola desde atrás, descansando una de sus manos al lado de su cintura, pero respirando lentamente sobre su nuca mientras dormía. Aun estando en sueños podía sentir que su cuerpo estaba totalmente relajado en una posición que jamás había compartido con nadie, bueno, tampoco había besado en su vida, porque era demasiado pudorosa y cuidadosa con sus modales. ¿Podía tratarse de promiscua? ¿Podía considerarse una mujer ofrecida? No había hecho nada más que dormir tibia y protegida por ella, además entre mujeres eso era más normal ¿o no?
Kate: Nunca en mi vida he dormido tan bien como hoy. –Una sombra se proyectó en la carpa amarilla, alguien la estaba llamando- ¿Liam? Espere un minuto. –Soltó su cabello, se sentó en el saco de dormir con la camiseta blanca hasta sus muñecas y los pantalones deportivos grises hasta los tobillos, no quería que malinterpretara las cosas- Estoy abriendo, espere. –Corrió la cremallera de la carpa por completo, el aire tibio golpeó su cara, pero mucho más el perfume masculino del bello tuco parado a su lado, esos ojos azules eran intensos- ¿Señor Özkan? ¿Sucede algo?
Liam: Sí –su mala cara la estaba asustando, no quería que la tratara mal- ¿Alguna vez vas a tutearme? Tengo la misma edad que Yelena, cuando me hablas de usted es como si yo estuviera en un rango superior con respecto a ti, dime Liam, háblame de tú ¿entendido?
Kate: Está bien seño... –meneó el rostro y sonrió hacia él- Está bien, Liam, ¿necesitabas algo?
Liam: Quería saber si te sientes bien, Yelena me dijo que tu carpa tenía un agujero, así que cambiaron, ella arregló la tuya y se durmió allí y que tú lo hiciste aquí. -Las mejillas que seguramente ya tenía rojas, se tiñeron más. No le gustaba mentir, pero desde que había pisado tierra en el siglo 21, estaba mintiendo- ¿Sabes qué hora es? –Kate negó- Es casi la 1 de la tarde, todos están en pie y pronto preparemos el asador para el almuerzo, hoy habrá cabalgata, hay actividades para todos los que han acampado, será un día movido así que levántate pronto ¿sí? –Le guiñó el ojo antes de revolverle el cabello y salir de allí riendo.
El turco era precioso, tanto en su personalidad como en su físico, pero el destino era sabio y no le provocaba nada en absoluto.
Como pudo y con algunas pertenencias fue al baño que disponían en el sector de camping, todo se veía limpio y brillaba como porcelana, pero ella no iba a orinar sentada allí, había estudiado de todo y aprendió que había cosas que llamaban "microbios" que causaban enfermedades, "microbios" de otras personas que podían dañarla. Se duchó, se vistió y colocó crema en su rostro, también protector solar porque a pesar de que estuviesen en otoño, el sol seguía quemando como si estuvieran en pleno julio. No le gustaba maquillarse tanto, había descubierto en su propio rostro una belleza natural que le agradaba lo suficiente.
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Entre el amor y el tiempo | Kate & Yelena
Romance1683 Kate Dickinson, Hija de el segundo duque de Devonshine Edward Dickinson, un respetado ombre que abusaba de su hija en la oscuridad de su casa hasta que esta desaparece sin dejar rastro. 2014 Yelena Belova modelo codiciada, egocé...