La única persona que le había dado un beso en la mejilla había sido su madre. ¿Quién se atrevería a hacerlo con la marca en su rostro? Más de algún hombre en su vida la había observado con deseo, pero en cuanto había cometido algún descuido y la quemadura quedaba expuesta, retrocedían o volteaban la cara con asco. Y mucho menos tenía contacto con alguna mujer. ¿Por qué sentía que, si bajaba la mano de su mejilla izquierda y le revelaba su marca a Kate, ella iba a aceptarla tal cual? Sin embargo, el temor era más fuerte, no quería romper el momento tan precioso de aquel pequeño gesto. ¿Qué era todo esto, de todas formas? ¿Cómo podía alguien tan importante y tan bella como Kate Warwick demostrarle afecto?
Yelena: Lo siento. –Susurró- Ha sido una... una total falta de respeto llamarla por su nombre.
Kate: -Volvió a darle otro beso sobre la mejilla, pero esta vez más cerca de sus labios, jugando con el límite del deseo y el pecado- Pues así me llamo. ¿Cuál es el problema? –Sus susurros prendían cada fibra del cuerpo de la escocesa, no era de hierro para soportar todo esto.
Yelena: Señora Warwick. –Gimió antes de apretar los dientes y sus puños, si volteaba el rostro sólo unos centímetros, podría besarla como en sus sueños- Señora Warwick. ¿Qué es todo esto? ¿Por qué hace esto? –Se le quebró la voz, por supuesto que quería más, todo de ella si era posible, pero no podía y eso dolía- ¿Por qué si sabe que no se puede?
Kate: Créame que aun sabiendo que no se puede, es lo que deseo. ¿Es realmente el ser humano el que tiene poder para prohibir los sentimientos del corazón? –Le hizo cariño en la nuca, teniendo la misma sensación de tranquilidad y ternura que cuando lo hacía con Belova- Yo no soy como las demás personas de la nobleza y eso debe bastarle, no tengo prejuicios ante los sentimientos. Así que por favor, -susurró con necesidad- crea en mis palabras, yo simplemente... –la miró fijamente por unos segundos, tenía ganas de rogarle con todas sus fuerzas que la reconociera, pero a diferencia de Belova, a March le era imposible tener recuerdos de lo que pasaría en el futuro, después de todo era eso, futuro.
Flashback
Yelena: Dios, Kate prométeme una cosa, cuando estés en el pasado y me encuentres, por favor enamorame. –Sus ojitos verdes ya estaban rojos. ¡Estaba desapareciendo entre sus brazos!
Kate: Y tú mi amor, cuando quieras encontrarme, por favor, hazme recordarte.
Fin Flashback
Kate: Simplemente le pido que no me pregunte porque estoy haciendo esto, ni el motivo por el cual he besado su mejilla, tampoco la razón por la cual siento tantos deseos de abrazarla y refugiarme en sus brazos, por favor no me pregunte. –Antes de que ella pudiera responderle, la inglesa la abrazó tan fuerte como sus brazos le dieron abasto, la rodeó completamente por la cintura, mientras ella, después de despertar del impacto, la abrazó con ambos brazos, protegiéndola.
Si ella lo deseaba, podría levantar el rostro y verle la marca en la mejilla izquierda, sin embargo, respetaba de una manera muy especial la privacidad de la escocesa, sólo cuando ella lo deseara podría mostrarse por completo- Señorita March. ¿Puedo pedirle algo?
ESTÁS LEYENDO
Entre el amor y el tiempo | Kate & Yelena
Romantizm1683 Kate Dickinson, Hija de el segundo duque de Devonshine Edward Dickinson, un respetado ombre que abusaba de su hija en la oscuridad de su casa hasta que esta desaparece sin dejar rastro. 2014 Yelena Belova modelo codiciada, egocé...