El calor que compartían en ese abrazo, tenía más de un gran significado, Yelena estaba admitiendo que sentía cosas por ella, estaba haciendo lo que jamás hizo con una mujer, tenía sus propios miedos, Yelena basaba sus "relaciones" solamente en sexo, pero ahora con Kate las cosas eran distintas. No sabía si lucharía por esa relación, pero al menos estaba dando el primer paso que era admitir que sentía algo. Por su parte, Kate miraba impactada sus manos que descansaban en la espalda de Belova, sus propias manos estaban desvaneciéndose como el vapor desaparece en el aire. No pudo disimular la tensión de su cuerpo que llamó la atención de Yelena. ¡Estaba desapareciendo!
Yelena: ¿Te sucede algo?
Kate: -miró sus manos aun detrás de Yelena, sus manos volvieron a verse tal cual eran antes y para cerciorarse que estaban allí, las apretó una y mil veces- Nada. No... no me sucede nada. –Le temblaba la voz, lucía como alguien que ve al diablo en persona. Si su propósito era que Belova se enamorara, entonces no tenía que estar más tiempo en el siglo 21- No me suelte, por favor no me suelte, no me deje ir. –Susurró asustada.
Yelena se quedó callada y con el ceño fruncido, la voz de Kate salió de su boca cargada de una angustia tremenda, se estaba aferrando a ella con decisión y firmeza. ¿No dejarla ir? ¿A qué se refería con ello? Repasó sus manos una y otra vez por su espalda para hacerle sentir que no se iría de su lado, tal vez las palabras de la morena eran influenciadas por su ausencia de dos semanas. Ella la extrañaba y eso la emocionaba demasiado, su corazón era una bomba y una mezcla de emociones a punto de estallar.
Yelena: No voy a dejarte ir. –Kate cerró los ojos al escucharla susurrar contra su oreja, si tan sólo supiera que eso debía ocurrir sí o sí, pero no, no estaba preparada aún para decirle que en cualquier momento podía dejarla, porque no era de este tiempo- ¿Me escuchaste?
Kate: De la forma que sea, no me dejará. –"Es el destino que lo quiso así" pensó. Su piel estaba blanca, sus labios morados, se sentía enferma, pero continuaría en la reunión- Debo regresar, ¿su madre sabe que está aquí?
Yelena: Ella me dio la dirección de donde estaban. –Acarició su cabello ondulado, el más precioso de todos- Entraré, pero me quedaré en recepción, sabes tanto de la cultura inglesa que serás un gran aporte para mamá.
Kate: Como no tiene idea. –Se puso de puntillas para besar su mejilla, pero ella corrió la cara para sostener su boca en un delicado beso. Era increíble lo que unos segundos besando podía hacer en el cuerpo de ambas, los vellos se erizaban, sus pieles estaban cual gallinas, el deseo fluía a varias terminaciones, provocando pequeños temblores- ¿Así será siempre? ¿Tengo permitido besarla y... abrazarla?
Yelena: -estaba sonrojada, no estaba acostumbrada a los mimos con las mujeres- Sí, siempre que tú quieras.
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Viernes 16 de octubre 2014, 2 días después.
El vuelo hacia Exeter desde Londres tardaba tres horas y media. A las 8 am en punto, el equipo que trabajaba junto a Melina Belova en "Lady Susan" partió rumbo a la capital del condado de Devon. Kate había despertado con un humor diferente, tanto así que los demás se dieron cuenta e incluso se acercaron a preguntarle si estaba enferma, mas ella había negado aquello y con una falsa sonrisa se acomodó en el asiento que tenía asignado.
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Entre el amor y el tiempo | Kate & Yelena
Romantik1683 Kate Dickinson, Hija de el segundo duque de Devonshine Edward Dickinson, un respetado ombre que abusaba de su hija en la oscuridad de su casa hasta que esta desaparece sin dejar rastro. 2014 Yelena Belova modelo codiciada, egocé...