Camilo jugaba alegremente con los niños, usando su don para entretenerlos, mientras hacían unas cuantas bromas y entre otras cosas. Vio venir a su prima, una joven con anteojos que venía corriendo hacia su dirección, parando en seco y respirando hondo mientras trataba de decir algo, más sólo balbuceos salían de su boca.
-Es _____, incendió su habitación...
-¿Qué-? -exclamó, al escuchar a la joven que lo veía con el rostro rojo, producto del correr.
-S-sí. La señora Gómez está muy furiosa y Mariano hace lo posible para que su habitación no se queme también.
-Iré con él -susurró, mientras bajaba al niño que yacía anteriormente entre su brazos.
-Por favor. Si sigue así el pueblo terminará hecho polvo...
Camilo tragó duro al ver la mirada suplicante que su prima, Mirabel, le estaba mostrando. Podía ver el miedo en sus ojos, a lo que sólo pudo asentir y asegurarle que ayudaría en lo que fuera para que no se cumpliera lo antes dicho.
Corrió de allí lo más rápido que pudo hasta llegar al lugar del escándalo, donde las personas miraban con miedo el fuego que poco a poco se expandía por las paredes. Se dirigió con prisa a la puerta principal de la casa, con el propósito de encontrar al joven de rubios cabellos que veía batallar con el fuego desde la ventana.
-¡Camilo! ¿A dónde vas? -fue agarrado de su camisa por su madre, quien tenía una nube sobre su cabeza, el cabello desaliñado y unas ojeras bajo sus ojos.
-Pero-
-Quédate aquí hasta que nosotros podamos solucionar el problema, ¿entendido?
Quizo decir algo, pero prefirió callar, sabiendo que lo mejor era no enfadar a su madre. Ella sabía que él se mostraba muy preocupado por el joven que aún permanecía dentro de la habitación en llamas, quien en realidad parecía no querer salir, viendo como tonto el fuego y casi queriendo tocarlo.
Se quedó quieto, en lo que veía a su madre hacer el más gran esfuerzo por apagar el fuego que se había propagado rápidamente. Se sintió nervioso, su corazón latía rápidamente y sus manos temblaban.
...
-¿Qué sucedió? -un suspiro salió de sus labios.
-Estaba pasando mis dedos por la llama de la vela, en eso, me quedé dormido un toque porque tenía un re sueño -comenta. -cuando desperté la habitación estaba completamente prendida en fuego.
Confesó. Básicamente el de rubios cabellos se había puesto a jugar con la vela nuevamente, sin percatarse que estaba demasiado cerca de las mantas, y al caer en brazos de morfeo ocurrió el accidente.
-Te juro que no fue mi intención, esta vez sí que no lo fue.
-Está bien, te creo -Camilo vio en su fino rostro la culpa que sentía.
Sonrió levemente hacia el rubio, quien devolvió la sonrisa, provocándole un pequeño sonrojo que pasó desapercibido por el contrario.
Camilo siempre disfrutaba de pasar todo el día junto al chico que siempre se metía en problemas por incendiar cosas, defendiéndolo y muchas veces ayudándole a encubrir sus "pequeños" desastres.
Los hermosos ojos azules del rubio le hacían latir rápidamente el corazón. Veía con timidez al más alto jugar con un encendedor, pasando sus dedos por la llama sin quemarse o hacer la más mínima queja. Vio sus manos, que jugaban entre ellas sobre su regazo, en un intento de calmar sus nervios, causa del acercamiento que tenía con el mayor.
-Mierda...
-¿Q-qué pasó?
Calló al ver como el encendedor ahora había caído sobre la cara alfombra que pertenecía a la madre del rubio, que no tardó en comenzar a incendiarse lentamente. El rubio buscó a su alrededor algo servible, pero se quejó al ver que no había agua en el grifo.
"Maldita Latinoamérica" pensó el mayor.
- La vida me odia, Cami.
Ambos empezaron a patear o tirarle cosas a la alfombra, un vago intento de parar las llamas que se expandían con el pasar de los segundos. Hasta que el mayor finalmente se sacó su prendas superiores, con las que dio golpes al fuego que poco a poco bajaba la intensidad.
-¡_____! -se escuchó a lo lejos.
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𝖙𝖗𝖚𝖊 𝖑𝖔𝖛𝖊 | ᵐ! ʳᵉᵃᵈᵉʳ ˣ ᶜᵃᵐⁱˡᵒ ᵐᵃᵈʳⁱᵍᵃˡ
Fanfiction⸙⬦ ❝en donde Camilo está enamorado del chico pirómano del pueblo❞ ➪ 𝑓𝑎𝑛𝑓𝑖𝑐𝑡𝑖𝑜𝑛. ℎ𝑜𝑚𝑜𝑠𝑒𝑥𝑢𝑎𝑙 𝑐𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑟𝑡𝑜𝑠 𝑛𝑎𝑟𝑟𝑎𝑡𝑖𝑣𝑎 𝑒𝑛 𝑡𝑒𝑟𝑐𝑒𝑟𝑎 𝑝𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎.