Capítulo 18

916 69 16
                                    

Todo temblaba, la academia desprendía polvo por donde quiera, las paredes comenzaban a retumbar.

Estaba apoyada en las paredes del pasillo en el segundo piso, tratando de caminar más rápido, debía salir de ahí, tenía que sacar a Vanya antes de que la casa se cayera completamente.

Los estruendos se volvieron más fuertes, haciendo que me fuese mucho más difícil continuar.

Diego:— ¡Mamá, _____!—escuché a mi hermano no tan lejos.

Seguí sus gritos hasta dar con él y Klaus, tan pronto como me vieron corrieron hacia mi, Diego pasó mi brazo por encima de su hombro, ayudándome a caminar.

Diego:— ¿Te encuentras bien?—

_____:— Sí, estoy bien.—realmente era de gran ayuda poder apoyarme en Diego para caminar— Tenemos que ir por Vanya, hay que sacarla de ahí antes de que...—

Diego:— Vanya es quien está destruyendo la academia. Busquemos a mamá.—me interrumpió.

Solté un corto suspiro, Vanya estaba fuera de control, otra vez.

Estábamos buscando a mamá cuando de la nada un montón de trozos provenientes del techo cayeron, Diego me empujó antes, por lo que no resulté herida, en cambio él quedó inconsciente por unos minutos. Klaus se quejaba del dolor.

Pronto vimos como el techo comenzaba a romperse poco a poco, no era una buena señal en ningún sentido.

Klaus llamó a Diego repetidas veces al igual que yo. Tomé su brazo y traté de teletransportarme con él y Klaus, pero mis poderes no funcionaron.

_____:— ¡Diego!—

Sentí una mano tomar la mía con firmeza y arrastrarme junto a Diego y el ruloso hasta quedar fuera de peligro. Definitivamente ese no había sido Klaus, miré al mencionado con dudas.

Klaus:— No puede ser.— habló a la nada.

No había tiempo para preguntas, por lo que continué tratando de despertar a mi hermano, que luego de unos segundos recobró el conocimiento.

Klaus:— ¡Arriba, rápido, vamos!—habló llevando a Diego.

El ruido y movimiento cesaron durante unos instantes, pero no tardaron mucho en volver a aparecer, agitando la mansión más fuerte hasta comenzar a tirar los muros. Finalmente logramos salir de la casa, pero mamá no estaba en ningún lado.

Diego:— Hey, me salvaste la vida, hermano.—dijo Diego abrazando a Klaus.

Klaus:— No, no, fue...—nuevamente miró a la nada, como si hubiera alguien ahí, empezaba a creer que estar sobrio le hacía mal— ¡Fue ella!—me señaló por lo que levanté las manos en muestra de estar bastante confundida.

Diego:— Ella no puede ni mantenerse en pie sola, ¡gracias!—

_____:— Estoy aquí.—reproché por su último comentario de mi. Volteé a la academia, viendo cómo se destruía, pero gracias a eso pude ver a mamá frente a la ventana— ¡Mamá!—

Diego:— ¡Mamá, mamá, sal de ahí!—me ayudó Diego.

Klaus:— ¡Mama, sal de la casa ahora!—

_____:— ¡Hay que ir por ella!—caminé apenas unos centímetros cuando sentí a Klaus detenerme.

Diego:— ¡Voy a sacarte!—

Klaus:— ¡No, _____, no, no, no, Diego!—volvió a interponerse.

Estaba viendo cómo nuestra madre se despedía de nosotros, haciendo un ademán con su mano y enviando un beso hacia nosotros. Mi pecho se oprimió.

Me Confundes, Hargreeves.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora