Capitulo 36

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Luther:— ¿Qué? ¿Ellos, dices?—Cinco lo miró con evidente desaprobación hacia su intento de disimular lo que sucedía— ¿Que quieren asesinarlos? Sí, claro, es ridículo.—

_____:— ¿Sabes? Nunca aprendiste a mentir, Luther.—le sonreí con sarcasmo y luego volví a poner mi atención en los peldaños de la escalera.

Cinco:— Eres peor mentiroso que guardián.—le reclamó.

Luther:— ¿Y de quién es la culpa? ¿De que sirve tener un guardián si nadie lo escucha?—cuestionó ahora molesto.

Cinco:— ¿Entonces admites que conspiras contra nosotros?—

Luther:— Oh, ¿Y ustedes admiten que sufren de psicosis paradojal?—
Sabía lo que estaba pasando con Cinco y conmigo, teníamos la mayoría de los síntomas, pero no lo iba a aceptar, al menos no aún.

_____:— ¡Sufrimos de mucha claridad sobre ti y tus intenciones asesinas!—contraataqué.

Luther:— Okay, no es que van a asesinarlos en serio,—el uniformado volvió a verlo con desaprobación quedándose en los últimos escalones y yo por mi lado terminé de bajar completamente— ellos solo van a asesinar a... Una versión de ustedes.—

Lo que Luther decía no tenía ni una sola gota de logística, literalmente nos iban a asesinar.

Creía que había quedado claro, pero al parecer mi hermano era más tonto de lo que suponía, querían matarnos, si Cinco adolescente y yo moríamos, entonces nuestros dobles viejos también, y viceversa, era una especie de cadena, si moría uno entonces moría el otro y si eso pasaba entonces el fin del mundo no tendría arreglo.

Cinco:— ¡Pero _____ y yo somos una versión de nosotros!—

Luther:— Hey, tampoco me gusta pero tienen un plan bastante bueno.—Cinco se rascó varias veces y miró a nuestros yo's viejos delante de nosotros.

Yo también los observé, los tres hablaban discretamente, aunque no podía oír nada sí veía el movimiento en sus labios y las miradas constantes que se daban entre sí.

Cinco:— ¿Cuál, uno en el que nos liquidan y luego saltan a dos mil diecinueve para salvar el mundo?—su comportamiento ansioso se prolongó, pude darme cuenta de ello por la forma tan indiscreta y forzada en que echó su cabello para atrás.

Luther:— Sí, espera, ¿Cómo supiste eso?—le preguntó a Cinco.

Cinco:— ¡Porque nosotros somos ellos y es exactamente lo que yo haría si intentara liquidarme!—levantó la voz.

_____:— ¡Les envié una carta donde pongo en peligro sus identidades, sé que lo primero que pensaron fue en deshacerse de mí!—los señalé reclamándole a Luther por esa inesperada traición que puso en marcha contra nosotros dos.

Luther:— Solo sé que hay una _____ y un Cinco demás y ustedes son los que actúan como unos dementes.—abrí la boca en forma de indignación, ese rubio enorme había pasado los últimos meses conmigo, no con la yo anciana que iba adelante, ¿Cómo era que confiaba más en su plan que en el nuestro?

Cinco:— ¿Dementes? Luther, no hasta visto nada, ¿Quieres un demente? ¡Te mostraré dos dementes!—gritó acercándose amenazante al más alto.

Seguí caminando con Cinco a un lado, pero Luther no tardó mucho en volver a alcanzarnos.

Luther:— Okay, y como su guardián, creo que lo mejor que puedo hacer por ustedes es acabar con su sufrimiento.—

Cansada frené mis pasos y giré en dirección a mi hermano para tomarlo por los hombros y hacer que se detuviera también.

Me Confundes, Hargreeves.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora