Me Confundes, Hargreeves.

Capítulo 13

_____:— ¡Henry! Carajo, me asustaste.—

Henry:— ¿Dónde está Cinco?—me preguntó nervioso.

_____:— No lo sé, debe estar con La encargada.—

Henry:— Tenemos que buscarlo.—ordenó llevándome con él.

_____:— ¿Por qué tanta urgencia?—me detuve.

Henry:— Nos descubrió, ella sabe que Cinco trama algo.—aclaró.

Teníamos que buscar al nombrado de una vez, si lo atrapaba estaríamos perdidos.

_____:— Mierda.—

Ambos apresurados buscamos a Cinco con rapidez, llevé a Hen camino al pasillo donde yo estaba momentos antes y para nuestra suerte, él estaba en uno de los corredores, aparentemente recién salía de la oficina en la que estaban hace un momento.

_____:— Cinco, tenemos que irnos, ya.—dije tan pronto como lo tuve de frente.

Cinco:— ¿De qué hablas?—

Henry:— Nos descubrieron.—Cinco desvió la mirada pensativo.

Luego de la corta plática vimos a Dot caminar con mucha urgencia a la sala de tubos. Ella era prácticamente la mujer de confianza de La encargada, así que posiblemente sabía algo de nosotros.

_____:— Vamos.—

Tomé de la mano a Henry y me teleteansporté adentro, igual que Cinco.

Dot:— Gloria, La encargada sabe que los chicos traman algo, envía esto a Hazel y Cha Cha de inmediato. De inmediato.— Gloria de mostró sorprendida y la chica se retiró.

Gloria:— Ah, ¿quién lo diría?—

Cinco se teletransportó una vez más, para golpear a la mujer en la cabeza, dejándola inconsciente sobre el piso. Tomé el objeto dorado que soltó al caer, lo abrí, y desenrollé el pequeño papel.

El nombre de nuestro sujeto.

Henry:— Harold Jenkins.—

Cinco puso un nuevo papel en la máquina de escribir tecleando un nuevo mensaje. "Eliminar a Cha Cha para extracción". Rápidamente lo envió. Era una muy buena idea para deshacernos de esos dos.

Encargada:— Saben que aquí las cosas no se hacen así.—avisó logrando alertarnos—¿Donde está Gloria?—

Cinco:— No lo sé, estuvimos buscándola.—se encogió de hombros y yo actué como si nada.

_____:— No la encontramos.—

Un quejido de la mujer sobre el piso e inconsciente nos delató.

Encargada:— Son una gran desilusión para mí.—negó con la cabeza un par de veces— No pueden cambiar lo que está por venir. Me cuesta tanto entender que no puedan deshacerse de esa fantasía, son perfectos pragmáticos, pertenecen aquí con nosotros.—

Henry:— No pertenecemos a ningún lugar, gracias a ti.—respondió especialmente molesto.

Cinco:— Nos convertiste en asesinos.—

Encargada:— Siempre fueron asesinos. Yo solo les señalé el camino.—tomó un arma que al parecer tenía en la pierna, apuntó en nuestra dirección y disparó, Cinco y yo nos teletransportamos, mientras Henry usaba su agilidad para moverse y evitar que ella le disparara.

El tiroteo comenzó a volverse más constante contra nosotros. Los tres nos escabullimos en direcciones distintas, buscando alternativas.

Encargada:— ¿Cuál es la prisa, chicos? Acabamos de empezar. ¿Así es como quieren que sea el último renglón de sus informes?—