Learning From The Bullet [EDITANDO🌺]

53. Finally, a pardon.

. . .

—... Ella... ¿Está bien?

Un chico a quien todos nosotros ya reconocemos muy bien preguntó mientras acomodaba su bufanda sobre su rostro... El ambiente que había en ese solo y desolado lugar lo estaba poniendo ansioso.

—... Sí. Con suerte llegué a tiempo al hospital, se tomó cuatro pastillas cuando Charlotte llegó a nuestra casa... Bibi por ahora estará internada, pero de parte de ella y de mí, me disculpo profundamente por lo que ella y yo te hicimos hace... Pues, algunas semanas.

Edgar negó con la cabeza y le sonrió intentando hacer al mayor sentirse comprendido.

—No entiendo cómo haces para manejar todo el tema de Charlotte con tanta maldita calma... Y-yo estoy lleno de ira y... Quisiera encontrarla para destruir a esa perra de una vez por todas...

Bull susurró antes de ofrecerle una papa al otro quien amablemente la tomó.

—Pues... La verdad desde que me enteré de mi propia violación no he dormido bien, pero... Aunque suene cursi, mis amigos han estado ahí apoyándome... Y mis citas en el psicólogo han aumentado a dos por semana... Supongo que es cosa de los sedantes.

El otro asintió y acomodó su chaqueta de cuero antes de tomar una papa de su propia bolsa.

—Debí haber considerado el psicólogo antes... Fui un estúpido.

Pero, aunque quisiera de todas maneras no estaba seguro de poder pagarlo, Bibi había pasado por tanto por tantos años y nunca pensó en la remota idea de llevarla a un psicólogo, aunque fuera uno de dos dólares...

Suspiró y dejó la bolsa de papas caer al suelo, viendo al horizonte desde la azotea de la escuela. Habían sido días duros, dos días exactamente desde que Charlotte irrumpió en la casa de los hermanos Blanco. La fecha del evento de Halloween estaba cerca, y hasta el momento la rubia no había vuelto a aparecer.

Bull se sentía molesto consigo mismo de no haber sido capaz de proteger a su hermana, y así entonces buscó al chico que había sido el centro de atención todas esas semanas solo para notificarle de la desaparición de la misma perra que le había hecho daño a su única familia.

Edgar no se lo tomó nada bien... Entendía que Bull no haya salido del hospital hasta que su hermana fuese internada en el psiquiátrico como fue concordado, pero de verdad hubiera agradecido mucho recibir esa información antes de que pasaran dos días en los que iba tranquilamente por la calle, solo.

El menor de ambos suspiró y cubrió su rostro un tanto agobiado... Intentaba tener control de la situación lo mejor que podía, pero sinceramente Charlotte solo se lo hacía más difícil. Miradas perdidas, ataques, gente sufriendo. Esa rubia creía que esa escuela era su imperio, y que cualquiera que le diera una mínima señal de falta de respeto tenía que morir, o algo...

No sabía que planearía una vez toda la escuela le diera la espalda.

Desde el día del juicio todos los alumnos participes del crimen y demás fueron arrestados y llevados a custodia, además de que el jefe del consejo estudiantil se encargó de cotizar un psicólogo que trabajaría dentro de las instituciones para aquellos que lo necesitarán, por ejemplo, los exs de Charlotte, o incluso el mismo Bull, quien parecía empezar a considerar participar en el evento de rehabilitación colectiva que tenía la escuela.

Todos en cada rincón de la escuela calmaron sus malas vibras y los problemas dejaron de aparecer, en cada salón había por lo menos un grupito que deseaba hacer caridad y apoyar a grupos aislados de alumnos, desde los más jóvenes hasta los más grandes, así en busca de evitar tragedias.