19. The revelation of your weak heart.

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. . .


-Byron.

Escuchó aquella horrible voz que había estado odiando por años llamándolo...

-¿Qué sucede, padre?

-Quiero hablar contigo sobre tu amiguito el vagabundo... Edgar Cottsweld.

Rodó los ojos sin que su superior lo viera apenas escuchó ese feo apodo que le había puesto a la bola de ansiedad, aún así siguió trabajando en su escritorio en las tareas que tenía pendientes como todo buen matadito.

-¿Qué desea saber de él?

El hombre se adentró cada vez más en la habitación hasta quedar frente a un asiento que había cerca del escritorio donde Byron se encontraba trabajando, acomodando delicadamente su traje para que no se arrugase al momento de sentarse.

-Según tengo entendido, el joven Cottsweld fue acusado de violación por... La hija menor de los McCall, ¿no?

Byron asintió, aún prestando atención a su principal objetivo.

Su estrés cada vez iba en aumento por todas las cosas que aún debía terminar, y además, el tener que platicar con su padre de una de las cosas que lo ponían más estresado hacía todo peor.

Y es que el caso de Edgar y Charlotte lo tenía harto. Tanta gente preguntando, rumoreando, incluso personas que empezaban a decir que él era un aliado de un violador por pasar tanto tiempo a su lado, lo hacía sentir hostigado, todo por un montón de adolescentes imbéciles.

Lentamente podía sentir como poco a poco perdería la cordura.

-No me importa si es verdad o no... Lo que me interesa es saber sí puedes involucrarme un poco más en el tema.

Se detuvo de golpe, y alzó la mirada confundido.

-¿A dónde quiere llegar con todo esto?

El hombre sonrió.

Oh, ya veía a dónde iba con esa estúpida sonrisa.

-Conoces nuestra rivalidad con los McCall... Y sabes que su hija pudo decir cualquier cosa sobre nosotros al chico... Pero también puede que le haya dicho planes a futuro o cosas que nosotros no sepamos

Byron soltó un suspiro dejando de lado un segundo su trabajo para mirar molesto a su padre, pero este ni siquiera se inmutó a su estrés.

-Sácale información a ese muchacho... Y dime todo lo que ya sepas de él ahora.

Incluso si su propósito era obvio, Byron no comprendía el por qué de su necesidad por conocer ese tipo de información.

Sabia que su padre escondía cosas, y sabía que los McCall también lo hacían. ¿Por qué mandarlo a él a recolectarlo todo siendo la persona que menos sabe de esos secretos?

Suspiró otra vez como siempre hacia cuando lo hostigaban, y asintió en dirección a su padre, acatando su orden casi contra su voluntad.

Y entonces, el hombre se levantó sonriente y volvió a acomodar su traje elegante suavemente mientras veía a su hijo.

Learning From The Bullet [EDITANDO🌺]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora