36. If I die, my soul will not stop chasing you.

436 76 90
                                        

. . .

Juntó sus propias manos entrelazando sus dedos.

Su pierna comenzó a temblar mientras marcaba un ritmo contra el suelo alfombrado de la oficina del director.

Su mirada permanecía clavada en la placa dorada que había en el escritorio, que tenía grabado el nombre del señor... No podía mirar arriba, no quería mirar a quién estuviera sentado en aquella silla.

Pues ya sabía que no era el director.

Era él.

Mirándolo fijamente.

-Así que... Gay.

No respondió, solo permaneció en la misma posición todo ese tiempo.

-Mi hijo prodigio, el próximo dueño de todas mis riquezas... Es gay.

Cerró los ojos.

Quería llorar.

-Si hubiese sido con una mujer tal vez estaría menos enojado contigo... Pero... ¿Él? Y además, ¿ese vagabundo?

Permaneció así, soltando suspiros, dejando fácilmente visible que estaba al borde del llanto.

No quería contestar, pero a la vez quería insultarlo y dejarle saber todo lo horrible de él.

Pero ahora era su padre el que debía dejar ver todo lo malo de su hijo, ¿verdad?

-Mírame cuando te hablo.

No... Pronto sería él el que dejaría ver todo lo horrible de su padre.

-Byron.

Pronto el sufriría, y sufriría mucho. No dejaría que se saliera con la suya en absoluto. Cada monstruosidad que ha hecho, cada abuso, cada acoso, cada ocasión en la que su cinismo fue tan obvio...

Lo haría público.

-¡Byron!

Y sufriría mucho.

-¡BYRON!

Gritó el hombre frente a él, azotando las manos contra el escritorio para llamar su atención, levantándose al momento en un ataque de ira.

Sin embargo, Byron no planeaba levantar la mirada. Si esto era una guerra, entonces así iba a responder.

-¿Te crees un genio por desobedecer mis órdenes? Eres MI hijo, yo te dí la vida, debes obedecer lo que te digo, porque soy tu padre.

No. Eso no es razón para obedecer tus mierdas.

Molesto, bajó más la mirada. Solo causando que su padre se enfureciera más.

-¿¡Sabes cuántas cosas de tu vida has arruinado por querer salir con ese animal!? ¡Tus calificaciones ya no entran en el promedio adecuado para entrar a Harvard! ¡Este mísero nueve de aquí, y esta falta de acá arruinó todo!

El director miró todo desde la esquina de la oficina, realmente atemorizado por la situación. Estaba intimidado por el hombre de negocios que ahora se encontraba en su silla.

Learning From The Bullet [EDITANDO🌺]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora