cotton candy; myg

»sixteenth«

💫Si todavía no crees en el amor a primera vista, seguro que es porque tengo que volver a pasar💫

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Eran ya las siete con ocho minutos. Afuera llovía de manera terrible y Yoongi continuaba durmiendo como un bebé desparramado en mi sillón.
No pude evitar sonreír al ver como lucía adorable e inocente con sus labios fruncidos y las pestañas pegadas a sus mejillas rojas. Viéndolo así era todo lo contrario a lo que él reflejaba cuando estaba despierto.
Me preguntaba cuantas personas habían tenido la fortuna de verlo así.

Corrí a la cocina cuando el sonido del temporizador me recordó que debía apagar el horno.
Saqué el pie y sonreí satisfecha. Esperaba que a Yoongi le gustara.

—Jinah...

Alcé la cabeza sobresaltada al escuchar su voz resonar en la cocina.
Casi solté la charola al verlo parado cerca de mí.

—Ah, ya despertaste—sonreí un poco y dejé el recipiente en la mesa. —Pensé que te llevaría más tiempo. Anoche te di café pero en vez de hacerte despertar sólo te hizo caer en un sueño más profundo—reí. —¿Te sientes mejor?

Sus ojos estaban un poco hinchados y su cabello hecho un desastre mientras me veía como un niño que acababa de ser regañado por su madre.
Nunca imaginé verlo así y me daba ternura.

—Perdóname, Jinah—murmuró.

Solté un suspiro.

—Ya, no vamos a hablar de eso ahora. Deberíamos comer que es tarde y necesitas darle a tu estómago algo más que alcohol.

—Pero–

—Shh, no vayas a empezar—hablé seriamente.

Frunció los labios y sus ojos se desviaron al pie en la mesa.

—¿Horneaste? Huele delicioso.

Reí suavemente al ver el deseo en sus ojos.

—Sí. Probablemente hay muchas cosas que desconoces de mí y una de ellas es que adoro la repostería. A menudo hago postres o cosas similares; hoy hice pie de manzana para que comamos.

—Se ve muy bien—habló con ojos iluminados como un niño. Este Yoongi era tan dulce.

—Ve a lavarte, el baño está en la habitación del fondo—señalé. —Ve.

Aún un poco tímido e incómodo, me hizo caso.
Minutos después él y yo estábamos sentados a la mesa para comer.
Sonreí al verlo, no sabía si era porque tenía mucha hambre o había cocinado bastante bien, pero él se comió todo en un segundo.

—Jinah...

—¿Qué pasa?—volteé a verlo.

—Realmente lo siento por lo de ayer. Eras la persona menos indicada para lidiar con eso y ah, realmente ni siquiera puedo verte a la cara sin sentirme avergonzado.

Sonreí un poco.

—Tienes razón, quizá no era mi responsabilidad, pero creo que si las cosas sucedieron así es por una razón. Era mejor que yo me encargara de ti a que algo te pudiera pasar en ese lugar. Jungkook, el barman que te estaba atendiendo, hizo lo mejor y batalló bastante contigo, creo que deberías agradecerle cuando vuelvas.

—Sí, lo sé. De igual forma, gracias por todo. No quería molestarte pero ayer fue todo un desastre.

Me quedé callada y lo observé atenta antes de atreverme a preguntar.

—Yoongi...¿Recuerdas lo que pasó anoche? ¿Todo?

Desvió sus ojos al suelo y noté como se puso nervioso.