»first«

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💫Voy a ti lentamente te protegeré y te seguiré, ve como el cielo de la noche se tiñe, esa pintura somos tú y yo, deseo que este momento se detenga para siempre, solo quiero protegerte💫








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"...No olviden pedir su canción y seguir disfrutando nuestra programación. Es un lindo día en la ciudad de Seúl..."



—Sí, claro.





Apagué la radio y saqué la cabeza por la ventana.
El tráfico era terrible y la lluvia seguía cayendo.
Solté un suspiro.
Era tan difícil todo cuando lo único que quería era llegar a casa y dormir por siempre.




Una llamada entrante me hizo sobresaltar.
Hice un gesto de desagrado y respondí sin tener opción.



—¿Hola?

—¡Jinah! ¿Dónde estás? ¡Ya todo el mundo está aquí!—gritó.

—Shh, no hables tan fuerte—me quejé. —Aún estoy atrapada en el tráfico, Tae. No sé a qué hora saldré de aquí.

¿Qué? ¿Pero por qué aún estás allí?

—Hay demasiado tráfico, no sé que pudo haber pasado. Quizá la lluvia afectó.

¿Y qué se supone que haga?—habló TaeHyung algo desesperado.

—Hmm, no sé inventa algo mientras llego. Si no se te ocurre nada entonces ponte a bailar y cantar—reí.

¡Ah, estoy hablando en serio! La prensa, tus admiradores y demás ya están aquí. ¿Cómo les voy a decir que la gran escritora Jung Jinah aún no está ni cerca de llegar?

—Tae, respira. Estoy llegando pronto, creo que el tráfico al fin fluirá—dije observando como los autos delante de mí empezaban a avanzar.

Dios, creo que me volveré loco—soltó un suspiro. —Apresúrate, por favor.

—Sí.




La llamada finalizó y continué avanzando a una velocidad realmente desesperante. El tráfico continuaba lento y mis esperanzas por llegar pronto al evento eran cada vez menores.



Jung Jinah, ah sonaba tan raro para mí. Nunca imaginé que las cosas tan bobas y que tomaba tanto a la ligera terminarían convirtiéndose en algo de la literatura favorita para muchas personas.
De mi primer libro publicado habían transcurrido dos años y las personas continuaban comprando y hablando de él. Me sentía abrumada con la repentina atención que el mundo dirigió a mí y ahora, en la publicación de mi segundo trabajo, me hacía sentir muchísimo más nerviosa.




El tráfico volvió a detenerse y ahogué un grito de desesperación. Seguramente TaeHyung, mi representante, terminaría arrancándose el cabello por los múltiples problemas que yo solía ocasionarle. Era realmente una persona increíble por seguir trabajando conmigo a pesar de todo.

Mis párpados pesaban, volví a encender la radio y una suave melodía sonaba, ayudando a mi cuerpo a sentir más necesidad de dormir.

Podría jurar que cerré los ojos solo un segundo, pero ese segundo bastó para la desgracia.


El fuerte movimiento del impacto contra mi automóvil me hizo despertar abruptamente.
Maldije.


Volteé a ver hacia atrás y vi por el retrovisor como el conductor del automóvil que venía detrás de mí salía hecho furia.
Lo que faltaba.





—¡¿Qué te pasa?!—llegó gritando hasta la ventanilla de mi auto.

Las ventanas oscuras que tenía mi auto no me permitían verlo con claridad, ni él a mí.
No sabía que hacer y me empecé a alterar más cuando ví a la policía acercándose.
Bajé con rapidez el vidrio.





El chico era realmente pálido, sus ojos oscuros, su cabello castaño y su expresión de molestia que cambió a sorpresa en cuanto bajé la ventanilla del auto.




—¿Una chica? ¡Joder!


Estaba tan aturdida por lo ocurrido como por ese lindo rostro que no sabía ni que decir.

—¡Se supone que debías avanzar!—siguió gritando. —Voy tarde y ahora con esto. Ash, maldita sea.

—Tú fuiste el que me chocaste—pude hablar al fin. —Yo debería ser la que esté molesta.

—¿Perdona?—soltó una falsa risa. —Todo iba bien hasta que te detuviste de pronto. Deberías aprender a conducir antes de salir.



Estaba por responder cuando un policía se acercó.



—Señores, ¿qué sucedió? ¿están bien?

—¡Esta loca se detuvo de pronto y ya no pude frenar!—habló el castaño alterado.

—¡¿Loca?! ¡Tú...

—Por favor, tranquilos—me interrumpió el policía. —Será mejor que llamen a sus seguros y resolvamos esto pronto. El tráfico incrementará a causa suya.



Me jalé el cabello desesperada y antes de llamar al seguro le envié un mensaje a TaeHyung.


"¿Qué pasaría si te dijera que probablemente no llegaré? Perdona pero tuve un pequeño accidente y me tomará un tiempo. Arregla que se pueda posponer la reunión, confío en ti. Eres el mejor representante :)"








Ya podía asegurar la rabieta que me haría Tae, pero no tenía tiempo de pensar en eso.










Había pasado casi una hora desde el choque. Por fortuna no había sido tan grave, pero de igual manera debíamos arreglarnos.
La lluvia había parado y el tráfico seguía fluyendo moderadamente.

El tipo que me había chocado había desaparecido para hablar con alguien, mientras que yo permanecía sentada en una banqueta esperando al seguro.


La noche empezaba a caer y mis pies dolían terriblemente. Una leve brisa se sentía y los policías continuaban llenando los datos del choque.
Ví entonces, frente a mí, a aquel malhumorado sujeto que me había gritado anteriormente.
Continuaba hablando por el celular mientras la leve brisa le revolvía los cabellos.

Lo analicé bien y percibí como era realmente lindo. Su pálida piel, sus mejillas abultadas, sus finos labios y esos castaños cabellos que continuaban moviéndose con el vaivén del viento.
Parecía sacado de algún libro o película.

Por alguna extraña razón, deseé que ese momento se congelara y continuar viéndolo como si de la mejor obra de arte se tratara.
En ese momento, algo extraño empezó a surgir en mi pecho; allí donde mis extraños sentimientos florecían.














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cotton candy; mygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora